A pesar del descomunal éxito logrado por la plataforma streaming Netflix desde su nacimiento, su fundador Reed Hastings nunca se imaginó que la compañía californiana fundada hace 25 años, iba a estar pasando por tan mal momento.

Netflix perdió 50,000 millones de dólares en un solo día, reconociendo algunos analistas que la empresa se ha enajenado de un 66 por ciento de su valor. En el primer trimestre de este año, la institución productora de audiovisuales perdió 300,000 suscriptores, y se vaticina que para el segundo semestre perderá 2 millones.

La situación adversa que está exhibiendo Netflix no es fortuita ni tampoco le ha caído del cielo, sino que la misma obedece a factores endógenos (como el alza en el precio por suscripciones y la reducción de la calidad de los filmes), como también a causas exógenas, principalmente una fuerte competencia que presenta ofertas de mayor atractivo.

La encarnizada lucha que se viene librando por el apetecido mercado streaming indiscutiblemente que es sin cuartel y con la disposición a “quemar los barcos”. HBO Max, Amazon Studios, Apple TV Plus, Disney Plus, Movistar Plus, etc., no dan tregua ni sueltan prendas al adversario, y sus contenidos y precios cada momento son más atractivos.

Las producciones de estas corporaciones streaming encandilan y atrapan al público, que ya inicia su salto a otras opciones diferente a Netflix. Como muestra están: El Thriller Cita con el Pasado (All the old knives) de Amazon Studio, el cual es encantador y artísticamente magistral.

Pero igualmente están las series Wecrashed y Pachinko de la parrilla de Apple TV Plus, las cuales envuelven a la audiencia desde los primeros capítulos; en el caso de la primera, su música, fotografía y actuaciones, contando la historia del fundador de la empresa Cowork, Adam Newmann, es apasionante; y la segunda, narrando la otredad de la población coreana y japonesa en un mundo de amor, violencia y racismo, es cautivantemente bella.