La inversión en gasto de capital es vital y esencial para el desarrollo económico sostenible de la República Dominicana.
Históricamente, los gobiernos que han priorizado este tipo de inversión han logrado avances significativos en infraestructura y crecimiento económico.
Un ejemplo destacado es la administración de Joaquín Balaguer, que entre 1970 y 1975 logró una tasa media de crecimiento del PIB del 9.4%, período conocido como el «milagro dominicano».
Durante los gobiernos de Joaquín Balaguer, se realizaron importantes inversiones en infraestructura, incluyendo la construcción de carreteras, puentes, presas, hospitales y viviendas.
Estas obras no solo mejoraron la conectividad y los servicios básicos, sino que también generaron empleo y dinamizaron la economía nacional.
En años recientes, el gasto de capital en la República Dominicana ha mostrado una tendencia a la baja en términos proporcionales.
Por ejemplo, en 2022 representó el 2.6% del PIB, mientras que en 1994 alcanzó un 6.9 %. Aunque en 2023 se observó un aumento del 28.3% en el gasto de capital entre enero y septiembre, alcanzando RD$92,716.5 millones , aún se encuentra por debajo de los niveles históricos que impulsaron un crecimiento significativo.
Dentro de los beneficios de aumentar el gasto de capital podemos citar: Impulso al crecimiento económico: La inversión en infraestructura mejora la productividad y competitividad del país, facilitando el comercio y atrayendo inversiones extranjeras.
Los proyectos de construcción y desarrollo generan empleos directos e indirectos, contribuyendo a la reducción del desempleo.
La expansión de servicios básicos como agua potable, electricidad, salud y educación eleva el bienestar de la población. Reducción de desigualdades regionales mediante la inversión en regiones menos desarrolladas promueve un crecimiento más equitativo y reduce las disparidades territoriales.
Para que la misma sea efectiva es necesaria una planificación estratégica que priorice proyectos con alto impacto social y económico, asegurando su viabilidad y sostenibilidad.
También es importante diversificar las fuentes de financiamiento, explorando alianzas público-privadas y financiamiento internacional para ampliar la capacidad de inversión sin comprometer la sostenibilidad fiscal.
Sin lugar a dudas podemos concluir que reforzar la inversión en gasto de capital es una estrategia y decisión política clave para el desarrollo económico y social de la República Dominicana.