En una acción sin precedentes, el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), en coordinación con la Unidad de Lavado de la Procuraduría General desmanteló una red internacional de narcotráfico y lavado de dinero que sacaba del país de manera clandestina unos 70 millones de dólares al año.
Las autoridades apresaron a 26 integrantes de esa banda formada por colombianos, venezolanos y dominicanos y se incautaron un millón de dólares, miles de euros, apartamentos, autos de lujo, fincas, casas, armas de fuego y cocaína, durante un vasto operativo en el que no se menciona la participación de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
El grupo, que operó por más de cinco años en Santiago, La Vega, Jarabacoa y el Gran Santo Domingo, introducía grandes cargamentos de drogas por las costas de Peravia que vendía a cárteles que los enviaban a Estados Unidos y Europa. En complicidad con empleados o autoridades de aeropuertos, esa gente lograba expatriar entre 2.5 y 12 millones de dólares cada mes.
Alguien debería explicar las razones por las cuales la DNCD, institución encargada de combatir el tráfico de drogas, no figura como parte del operativo interinstitucional que trabajó durante dos meses hasta desarticular lo que se considera uno de los grupos del narco internacional que contaba con mayores ramificaciones en República Dominicana.
En el operativo tampoco se menciona a la Policía ni a ninguna de las agencias que operan en las terminales aéreas y portuarias, lo que obviamente provoca conjeturas, toda vez que el director de operaciones del DNI y el procurador general adjunto, Germán Miranda Villalona, señalaron que esa red, que llegó a sacar del país más de 370 millones de dólares, contaba al menos con la complicidad de autoridades de los aeropuertos.
Esa banda de narcos y lavadores de dinero pudieron introducir por las costas de Peravia miles de kilos de cocaína y poseía capacidad para, en contubernio con otros cárteles de las drogas, exportar esos alijos hacia territorio estadounidense y europeo, lo que hace suponer que sus conexiones locales eran muy efectivas.
Aunque en la operación simultánea de allanamientos y apresamientos participaron unos 15 fiscales y medio centenar de guardias y policías, se destaca que la dirección de las acciones estuvo a cargo del DNI, la agencia de Inteligencia que sirve directamente al Poder Ejecutivo y que, por consiguiente, se excluyó a la agencia antidrogas que normalmente encabeza este tipo de investigaciones.
Se destaca como un gran logro de las autoridades el desmantelamiento de esa red internacional de narcotráfico y lavado de dinero, pero es imperativo completar las investigaciones, identificar a otros posibles integrantes y apresar a empleados y funcionarios sindicados como cómplices o colaboradores. Es menester explicar la ausencia de la DNCD.

