El ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, negó hoy que el puente flotante sobre el río Ozama presente peligro para la población, como afirmara la Armada de República Dominicana, aunque reconoció que la estructura necesita una reparación mayor.
Aseguró que la próxima semana Obras Públicas comenzará la reparación del puente, que posee 150 pies de ancho y capacidad para seis carriles de vehículos.
Gonzalo Castillo habló sobre el tema a los periodistas que cubren la fuente del Palacio Nacional.
“Ya fueron terminados los estudios para darle un mantenimiento, a pesar de que existe un contrato de reparación menor”, significó el funcionario.
Aseguró que el tratamiento que recibirá el punte no interrumpirá la circulación de vehículos por esa estructura, porque parte de los trabajos serán realizados en horas nocturnas.
Fue ensamblado hace 16 años con el propósito de crear un cruce expedito que vinculara la Avenida del Puerto, en las inmediaciones de la Puerta de Don Diego, con la avenida Mirador del Ozama.
Un estudio realizado por la empresa Ciramar Shipyards a petición de la Armada de la República Dominicana, entidad encargada de las operaciones y mantenimiento de las barcazas, advierte sobre la gravedad de los daños.
La inspección realizada los días uno y dos de febrero de este año indica que el puente tiene desperfectos en un 75 por ciento de su estructura, por lo que recomienda prohibir el paso de vehículos pesados tales como camiones y autobuses cargados de pasajeros, hasta reemplazar las barcazas.
El estudio indica que el puente presenta considerables deformaciones, oxidación y desgaste en las columnas y vigas que soportan la mayor carga de la estructura, ubicadas en las superficies libres de los tanques, que son los carriles centrales del puente. También, deformaciones de una cantidad considerable de cuadernas longitudinales y verticales laterales como consecuencia de las operaciones marinas.
Resalta que tanto la cubierta en la zona peatonal y de seguridad como las escaleras de acceso a los tanques y los registros que dan a cada escalera, en su gran mayoría, están deteriorados. Además, dice que la tripulación debe estar en constante operación de bombeo para poder mantener la flotabilidad, estabilidad e integridad de las barcazas.