Opinión

Habrá que investigar

Habrá que investigar

Ante cualquier escándalo, de la naturaleza que sea, las instituciones del Estado crean una comisión para investigar los hechos “hasta las últimas consecuencias”, “caiga quien caiga”, porque en este país “no hay vacas sagradas”, ni “privilegios”.

Frases vacías, huecas, que se pierden con el tiempo sin que nunca se llegue “hasta las últimas consecuencias”, sin que jamás caiga una “vaca sagrada” porque están protegidas más que en la India.
Hay crímenes y delitos que no serán aclarados mientras el PLD esté en el poder. Elemental: Nadie se investiga a sí mismo; nadie se enjuicia a sí mismo ni se condena; nadie va a la cárcel, bota la llave y se encierra por 30 años.

¿Quién investigará la fortuna de principales dirigentes del partido oficial que entraron al Gobierno sin ningún o con poco patrimonio, y hoy, tras su paso por el Estado son tan ricos como los más ricos del país durante 200 años?

Cuando llegaron al Gobierno en 1996 fue como si se sacaron la lotería. La acumulación original de capitales no se hizo esperar. Los humildes militantes y dirigentes del PLD mutaron. El cambio era notorio. Una metamorfosis se produjo en casi todos. Se mudaron de los barrios donde residían, cambiaron las esposas o buscaron amantes “caras”, el closet creció con trajes finos y elegantes; dejaron de “andar a pie” y las yipetas negras, de 8 cilindros, se hicieron famosas. Ninguno de sus hijos ha estudiado en la UASD porque es de pobres. Van a las más caras tanto del país como del extranjero, con becas y cinco o siete mil dólares mensuales en una cuenta.

No resolvieron, ni resolverán los problemas fundamentales del país, pero sí resolvieron sus problemas personales. La política los convirtió en grandes señores. Acompañé a un “nuevo rico” de la política.

Cuando pasaba por el barrio o ensanche donde residía cuando no era nadie, subió el vidrio para que ningún mendigo o compañerito lo reconociera y se le acerque para pedirle una limosna o un empleo.

Como están las cosas en el PLD y en el país -la gente está harta- es probable que se produzca un cambio de gobierno el año próximo. De ser así espero que termine la impunidad, que el que la hizo, la pague, no importa quién sea o haya sido.

Pierdo el tiempo pidiendo que se investigue la fortuna dejada por un connotado dirigente del PLD y exizquierdista de renombre cuyos hijos no han podido realizar la repartición de bienes porque son tantos que están sorprendidos. No sabían que era tanto. Se quedaron con la boca abierta preguntándose de dónde tanta plata.

Tampoco le pido a la DGII que lo haga, incluso en el caso de un dirigente que no ha muerto y ya los parientes se disputan la herencia, que según me dicen no la salta un chivo.

El Nacional

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