Juan Bosch, el gran maestro político dominicano y de América, cuya presencia es permanente en el quehacer político dominicano, no solamente para los peledeistas sino para la inmensa mayoría de nuestro pueblo, a la cual orientó desde que regresó al país luego del largo exilio que había vivido durante la férrea dictadura de Rafael Trujillo Molina. Estamos obligados a mantenerlo presente en nuestra memoria, porque es autor de ¨Composición Social Dominicana¨ que es un retrato incuestionable de los dominicanos y de las diferentes capas sociales y económicas que conforman la nación dominicana. Al autor de esta columna, Juan Bosch lo distinguió cuando le solicitó que presentara la sexta edición de ese libro hace ya muchos años. El libro nos enseñó a conocer de una manera más profunda y amplia de cuál es la conducta de nuestros hermanos.

¿Hacia dónde vamos? y nos preguntamos, qué caminos hemos escogido que nos obligan a escuchar y presenciar que en el terreno político estamos sufriendo de equivocaciones, disparates, e insensateces que serán muy costosas no solamente para el presente, sino para el futuro de nuestro pueblo: un supuesto ¨Fideicomiso¨ de la planta energética ¨Punta Catalina¨; reforma Constitucional para permitir un ministerio público independiente y otras cosas más, de los miembros del Partido Revolucionario Moderno; y una rendición, hacia la política del conglomerado humano erróneamente llamado ¨República de Haití o Estado haitiano¨, otorgándole un salvo conducto, que viola los principios constitucionales en el momento preciso en que los haitianos están sumergido en el terreno de la anarquía, que los llevará a situaciones imprevistas que afectaran la soberanía, independencia, desarrollo y tranquilidad de los dominicanos.

En nuestra columna ¨Crónica del Presente¨, del lunes 22 de noviembre del 2021, decíamos: ¨Ha llegado el momento que el gobierno de la república, encabezado ahora por el Presidente Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno, llame a nuestro pueblo a cerrar filas, sin excusa de ningún género, para que los planes de Estados Unidos, Canadá y Francia, de unificar al conglomerado humano con la República Dominicana, convertido en una cobarde y irrespetuosa realidad que nuestro pueblo no aceptará nunca¨. Repetimos lo que hemos señalado en varias ocasiones y seguiremos haciéndolo: ¨País pequeño, Hermoso, Productor, Rico y Valiente¨ y como ratificó Fidel Castro ¨Legendario, Veterano de la Historia y David del Caribe¨.

No es el momento de modificar la Constitución, ni hacer contratos de fideicomiso para beneficiar a un reducido grupo de empresarios privados, sin conocimientos, para manejar una inversión de producción energética tan costosa y necesaria como Punta Catalina; y mucho menos el momento para expedir a nativos haitianos de la región fronteriza un pase o tarjeta, que les permita ingresar a territorio dominicano para trabajar en empresas de nuestro país, en un horario del inicio de la mañana hasta la caída de la tarde, condición que no será aceptada ni respetada, por los ciudadanos o habitantes de ese conglomerado humano, como lo calificó Juan Bosch. Las maniobras, insensateces y decisiones de traición a la Patria que están por ejecutarse, deben ser rechazadas con la decisión firme, intransigente, de firmeza absoluta a todas ¨esas decisiones¨ que gravitan ya sobre la espalda de nuestro pueblo que tiene derecho a un destino mejor. ¡Abandonemos esos caminos, inmediatamente!