La lucha contra Haití desde los días de nuestra Independencia, nunca ha cesado, vivimos en enfrentamientos permanentes, aunque un registro de 14 batallas, hay estudiosos de la historia que afirman hubo más combates, donde siempre los dominicanos salimos victoriosos, y quienes están apegados a la nacionalidad sostienen que falta el último episodio para liberarnos, en forma definitiva de los haitianos.
La haitianización de este país es como el sol que sale por el oriente y no hay fuerza capaz de detenerlo, pues los haitianos están por doquier, y ocupan los puestos de trabajo de un gran segmento de la población dominicana, las parturientas parieron en nueve meses 32 mil niños, generando un gasto de más de 10 mil millones de pesos en ese período, lo que constituye una enorme carga para nuestro país, desprotegido por todo dos los gobiernos de turno en la historia contemporánea.
Grupo de intelectuales, obreros, campesinos, se están nucleando para lo que podría ser la última batalla contra Haití, en una guerra de la que surgirán generales y decenas de comandantes y combatientes que en sus mochilas llevarán las insignias de mariscales, dado que los militares de este país mantienen una pasividad que los mantienen adormecidos frente al grave problema de la inmigración haitiana peligrosa, artera y desafiante.
Como el tema tratado en esta columna se lee, tanto aquí como en el extranjero, el ingeniero Francisco Osorio, dirigente importante del grupo Patriotas Dominicanos, nos envía el siguiente texto: “Desde el mismo año de la proclamación de nuestra independencia en el 1844 hasta el año 1856, fuimos invadidos en más de una docena de ocasiones. Esas invasiones fueron repelidas en sendas batallas donde el coraje y la determinación de los dominicanos se puso de manifiesto, al derrotar al intruso invasor en todas las batallas”.
Hubo batallas épicas como la del 19 de marzo en Azua y la del 30 de marzo en Santiago, ambas en el año 1844, así como la de Las Carreras en 1849 en Bani, provincia Peravia. Pero en la actualidad estamos siendo derrotados, y no en una simple batalla, sino en una guerra pacífica donde nos han invadido y aún lo siguen haciendo sin disparar ni un solo tiro. Estamos perdiendo la guerra contra los haitianos por la falta de aplicación de nuestras leyes.
Todos los seres humanos tenemos el derecho universal de viajar y vivir en cualquier país del mundo, pero todos los países tienen leyes y normativas que hay que respetar si se quiere calificar para viajar o vivir en ellos. Nosotros, como país libre y soberano, tenemos nuestras leyes y normativas, y todo el extranjero que quiera visitarnos, quedarse a vivir aquí, tiene que aplicar y cumplir con todos los requisitos que existen nuestras leyes”.