Editorial Opinión

Halo de esperanza

Halo de esperanza

La mediación del exprimer ministro inglés Tony Blair genera por lo menos un halo de esperanza sobre la necesidad de encontrar una salida a la incómoda crisis entre República Dominicana y Haití, originada por el trasvase del río Masacre que se construye en la vecina nación en violación de un tratado entre los dos países.

Tras la afirmación del expresidente del Gobierno Español, Felipe González, de que la comunidad internacional se aburrió de la crisis haitiana, la tarea del político inglés luce más cuesta arriba, pero no por ello fracasada de antemano. Blair fue contactado para intervenir por el propio primer ministro de Haití, Ariel Henry, durante un encuentro en Arabia Saudita.

El político británico no hizo más que pisar suelo dominicana para reunirse de inmediato con el canciller Roberto Álvarez y luego con el presidente Luis Abinader, con quienes, según las propias autoridades, abordó el problema del canal que los haitianos construyen en el Masacre sobre la base de que tienen derecho a disponer de sus recursos naturales.

Blair puede ayudar a flexibilizar las posiciones en el conflicto que ha conllevado el cierre de la frontera, con restricciones a la migración y el intercambio comercial. Haití todavía restringe, no obstante la apertura del gobierno dominicano, la participación de sus nacionales en los mercados fronterizos, sin reparar en las necesidades de la población.

A través de la Fundación Tony Blair Fe, el político inglés ha mediado, aunque sin éxito, en el conflicto entre palestinos y judíos, además de gozar de gran prestigio internacional. Por supuesto, el que enfrenta a Haití y República Dominicana no tiene la dimensión del que ha sacudido al Medio Oriente.

Por la intransigencia de los haitianos, la OEA, potencias y organismos internacionales han fracasado en encontrar una salida a la crisis de gobernabilidad, seguridad y económica de un país controlado por pandillas criminales.

El conflicto con República Dominicana es parte de esa problemática que según el político español Felipe González desalienta a la comunidad internacional y que Tony Blair procura de destrabar, por lo menos en lo que respecta a la construcción del canal y a las relaciones comerciales.

El Nacional

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