Banco Central y Junta Monetaria han mantenido una visión de eficiencia, prudencia y coherencia en el diseño y ejecución de una política macroprudencial que ha permitido despejar riesgos sistémicos y garantizar estabilidad financiera durante la pandemia de la covid-19.

El banco emisor ha llevado al pie de la letra las recomendaciones del grupo de países G-20 de establecer los fundamentos institucionales de política macroprudencial para lograr el objetivo de mantener la estabilidad financiera y monetaria en los planos internos y mundial.

La pandemia ha tenido una afectación catastrófica sobre las economías desarrolladas y emergentes con drástica reducción del empleo, manufactura, comercio, turismo e incremento de pobreza y endeudamiento, lo que se expresó aquí con una caída del 29% de la economía al mes de marzo de 2020.

Para afrontar una crisis sanitaria y económica sin precedentes, el Banco Central y la Junta Monetaria han aplicado al menos 15 resoluciones o medidas sobre políticas monetarias que han permitido impulsar la oferta de crédito así como certidumbre en las cuentas nacionales.

La reducción de la tasa de política monetaria y las facilidades de liquidez promovidas desde el banco emisor han incidido en la disminución de la tasa de interés del sistema financiero y en el crecimiento del crédito bancario, de 13.29% a marzo de 2020, a 9.71% a enero de este año. También ha inyectado 622 millones de dólares para atender la demanda de divisas.

Se resalta la liberación del encaje legal en moneda nacional por más de 30,000 millones a un plazo de cuatro años y tasa de interés de 8%, dirigidos a financiar sectores productivos y hogares, y la liberación de 5,681.0 millones para las Mipymes.

Otras medidas de blindaje de la economía han sido la creación de ventanillas de operaciones por 35 mil millones de pesos para que el sector de intermediación financiera canalice refinanciamientos de préstamos y nuevos créditos a pequeñas empresas, además de la apertura de una facilidad de liquidez rápida por $100,000 millones para los mismos fines.

Por afectación de la pandemia, la economía cayó en marzo de 2020 en -29% del PIB, y al mes de enero de este año se situó en solo un -1%, con estabilidad en el tipo de cambio, en la meta de inflación, con reducción del déficit de cuenta corriente, aumento de las reservas internacionales, disminución de la tasa de interés bancaria y consolidación del sector de intermediación financiera. Historia para ser contada.