Opinión

“Horacio el victorioso” 2 de 2

“Horacio el victorioso” 2 de 2

No me importan los desaires, porque soy dominicano y argentino más allá de la muerte”, es una de las tantas frases célebres del gran Horacio Lamadrid.  Su profesión que ha ejercido con gallardía, mística y honradez, ha hecho de ella un templo y también un santuario con diversos matices.

Horacio Lamadrid puede hoy pronunciar las frases del gran filósofo Emmanuel Kant: “Dormía y soñé que la vida era bella, desperté y advertí que la vida es deber”. Este bohemio visitaba a veces la cafetería “La Cafetera” de doña Lourdes de León y allí conoció a su gran amigo de origen español “Pepe” José Rodríguez Vilar, don Julio Tonos, a Max Pou Enrique de la tienda La Ópera, los hermanos Di Carlo, al brillante poeta Rene del Risco, Fredy Ginebra y al talentoso amigo Soto (Miñín).

Refiere Horacio que Miñín, una vez en su programa por “Radio Universal”, los locutores se pusieron en contra ante el éxito de la voz de Horacio y Miñín salió en su defensa diciendo: “Si el vino a integrarse al seguimiento de nuestra clase y él tiene talento, déjenlo trabajar que es como nosotros”.

En la inauguración del puente Juan Carlos y llagada de su majestad el Rey Juan Carlos y la princesa Sofía, habían contratado la unidad móvil, pero al momento del Presidente Constitucional Joaquín Balaguer se dirige a cortar la cinta, no apareció una tijera y las personas del protocolo le solicitaron a Horacio una tijera, respondiendo que no había ninguna y entonces el Presidente tuvo que cortar la cinta con un corta uñas.

Al terminar la exitosa presentación en nuestro país de los 7 días con el pueblo, al otro día, un coronel del Ejército Nacional lo invita a pasar por la Secretaría de dicha institución, siendo recibido por el contralmirante Ramón Emilio Jiménez y luego entra al despacho del jefe de Estado Mayor General, Enrique Pérez y Pérez.

Y allí, dicho mayor General le dice a Horacio: “Yo te juramenté como ciudadano dominicano y ahora te me estás torciendo, pudiste haber desatado una revolución al pasar los 7 días con el pueblo”.

Horacio le respondió: “Excúseme general, pero yo pasé un evento que fue autorizado por el presidente Joaquín Balaguer”.
Y el general Pérez Y Pérez le contestó: “No te hagas el tonto y tráeme las películas “videos”, pero días después Horacio hace una carta a la C.G.T. entregándole los videos al secretario de la misma señor Cepeda.

Los cassettes fueron desaparecidos ante tanto protagonismo, pero Horacio salvó a muchos jóvenes reconocidos como izquierdistas, arriesgándose su vida al máximo y los videos fueron enviados desde el aeropuerto por la compañía Iberia por Horacio a Gonzales de Telemundo.

Horacio Lamadrid está considerado el padre y pionero de la televisión aquí y sus hijos siguieron la trayectoria hoy trabajan junto en la producción de cine y televisión con bastante éxito. Tienen dos empresas “Film Plus y Lamadrid Films”.

Ha recibido premios por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la Unión Nacional de Artistas y Afines de la República Dominicana, el Guachupita de Oro, el Consejo Dominicano de Derechos Humanos, Hijo meritorio de Santo Domingo, distinguido por el Instituto Belgrariano, entre otros.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación