Al nuncio apostólico, Jude Thaddeus Okolo, se le atribuye respaldar las protestas que realizan miembros de la Policía y familiares en reclamo de aumento salarial, lo que ofrece la impresión de que tales declaraciones constituyen una intromisión en asuntos del fuero interno dominicano.
Okolo es un diplomático de carrera que ha ejercido en siete países de África, Europa y el Caribe, por lo que se le reputa como conocedor de todas las convenciones internacionales sobre la materia.
Por esa razón a Okolo, un letrado que habla cinco idiomas, no se le puede atribuir ignorancia o desconocimiento sobre el alcance jurídico y político de sus declaraciones, en las que claramente respalda acciones que si bien son justas, también constituyen una violación a una ley adjetiva.
Por su condición de representante de la Santa Sede, y decano del Cuerpo Diplomático, no resulta extraño que el nuncio apostólico emita juicios sobre temas que en voz de otro embajador serían interpretados como un acto de intervencionismo, pero es claro que ese veterano diplomático se excedió en la forma y el fondo de sus declaraciones.
Monseñor Okolo ha reconocido que aquí hay libertad de expresión y que todos los ciudadanos tienen derecho a la protesta. A lo que no tiene derecho el nuncio es a alentar a que se viole la ley.
Así no
La Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano) amenaza con convocar desde mañana lunes a paros escalonados a nivel nacional, en protesta porque supuestamente el Gobierno desmantelaría estaciones de despacho de combustibles que operan ilegalmente.
En vez de defender por vía pacífica la proclamada legalidad de esas instalaciones, se anuncian interrupciones en el servicio de transporte de pasajeros, con lo que se pretende reeditar la cultura del chantaje y del caos.
Cualquier empresario o empresa que desee o requiera instalar tanques de almacenaje o distribución de combustible está obligado a cumplir con todos los requisitos de ley, sin importar que sean los dueños del país.