Por el gran problema que representa para este país, el tema haitiano no puede faltar e ningún encuentro o cónclave internacional en que participe el presidente Luis Abinader.
Además de cargar con una masiva inmigración legal e ilegal República Dominicana tiene que estar a la expectativa frente a los conflictos sociales, políticos y económicos que sacuden a la vecina nación.
Hoy Haití está al borde de un estallido social, atizado por políticos irresponsables y ambiciosos, a causa de la crisis alimentaria y la ingobernabilidad.
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Es lógico entonces que en su encuentro del jueves con la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, en la Casa Blanca, Abinader hable del problema haitiano.
Estados Unidos y la comunidad internacional tienen que comprometerse más con la solución de un problema con el que este país no puede por sí solo.