Opinión

Introspección sobre el clásico de béisbol

Introspección sobre el clásico de béisbol

Esta vez la República Dominicana empezó con pie derecho su participación en el clásico mundial de béisbol. Sus dos victorias frente a los Yankees de Nueva York y a los Filis de Filadelfia en los juegos de fogueos, así como el triunfo ante Venezuela, todas “mucho a poco”, la colocan como uno de los equipos a vencer. Sin duda alguna, la gerencia preparó tremendo trabuco para mantener en alto el orgullo nacional.

No obstante, lo que se considera un trabuco pudo haber sido un trabucazo si no fuese por las gerencias de los equipos de Grandes Ligas. En efecto, los dominicanos perdimos jugadores del calibre de José Bautista, Adrián Beltré y Albert Pujols debido a la ñoñería que ha caracterizado a la mayoría de los dirigentes de la llamada gran carpa. Además, esa actitud quejumbrosa e insensata le ha tronchado la participación a grandes estrellas de otros países.

En ese sentido, la idea planteada por el periodista del New England Sports Network, Zach Stoloff, quien promueve la prohibición de disculpas tontas, no es ociosa y mucho menos descabellada. Para Zach, esas excusas deben ser eliminadas del proceso de selección. Es decir, si un país quiere incluir a un beisbolista en su escuadra, solo lesiones o la negativa del jugador, debieran considerarse como justificaciones válidas. En realidad, la aplicación de este concepto salvaría al torneo de sufrir las ausencias de mega figuras del deporte, y, en consecuencia, salvaguardar su “glamour”.

Afortunadamente, la cantera de excepcionales luminarias del béisbol de la República Dominicana parece ser inagotable; por eso, la falta de los peloteros antes mencionados no es tan significativa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las demás franquicias no tienen la misma suerte que tenemos nosotros; y, si a esta realidad se le agregan otras eventuales exigencias de los dueños del negocio beisbolero, entonces, no hay por qué dudar que, lamentablemente, el evento tiene sus días contados…

El Nacional

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