Los intensos y tediosos apagones de estos días han prendido una polémica que ha arrojado algo de luz en torno a la operación de las plantas de Punta Catalina.

Entre las muchas exposiciones, no necesariamente técnicas, sobre la salida de una de las unidades ha llamado la atención, por sus argumentos, la confrontación entre el exadministrador de las termoeléctricas, Jaime Aristy Escuder, y el actual presidente del comité técnico del fideicomiso de la central, el empresario Celso Marranzini.

Aristy Escuder relacionó la interrupción con la supuesta desvinculación de técnicos y le recomendó al Gobierno contratar una firma para resolver el problema de los apagones.

La respuesta de Marranzini fue para decirle que se olvide de Punta Catalina, que sus consejos no son necesarios ni bien valorados porque cuando administraba la planta cobraba un millón de pesos mensuales sin que fuera él quien manejara el consorcio.

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Marranzini señaló que en Punta Catalina hay un técnico de la firma Tecnimont desde hace varias semanas y que el consorcio General Electric supervisa la operación durante las 24 horas. Y como si fuera poco Marranzini recordó a Aristy Escuder que había apoyado la licitación virtual y que la obra se contrató en 1,945 millones de dólares y concluyó en 2,453 millones.

Además señaló que la unidad 1 fue paralizada para reparar filtros que por un supuesto mal manejo se dañaron en la gestión de Aristy Escuder. La polémica puede arrojar más luces.