Opinión

JCE dejó atrás la cultura de cómputos retardados

JCE dejó atrás  la cultura de cómputos retardados

Fuera de algunos pequeños detalles y de incidentes aislados que no tuvieron mayores consecuencias, los observadores internacionales dieron su visto buena a la forma en que se celebraron las primarias.

La forma exitosa en que la Junta Central Electoral (JCE) implementó el voto automatizado en las primarias simultáneas , situó al país en la vanguardia tecnológica de este tipo de procesos y por la rapidez en que ofreció los resultados, dejó atrás la angustia y la incertidumbre de cómputos retardados y dados a cuenta gotas.

En décadas pasadas, esa tardanza que se prolongaba hasta bien entrada la madrugada y que en ocasiones se extendía en los días sucesivos, había sido fuente de contratiempos sociales y políticos que degeneraban en actos de violencia contrarios a la coexistencia pacífica.
Tal como había anunciado y prometido la Junta, los electores y la ciudadanía en general, pudieron enterarse de forma detallada y en tiempo real de la forma en que avanzaban los conteos, luego del cierre de los centros de votación a nivel nacional.

El extenso programa de divulgación desplegado por la Junta mostrando la forma en que operaba el sistema del voto automatizado a los partidos y a diversos sectores del país y el preciso cronograma de trabajo realizado fue clave para el éxito de una tecnología de punta que, tras la prueba superada, será vital para las próximas elecciones congresuales y municipales y también en las presidenciales, dos grandes retos que la Junta tendrá por delante el año próximo.

La experiencia de esta primera implementación y la rigurosa observación por parte de los técnicos de la Junta a todo el proceso permitirá una aplicación aún más efectiva en los próximos comicios, entre otras cosas porque los votantes estarán más familiarizados con la nueva tecnología.

Las pruebas de simulación con puestos en diferentes centros comerciales y también la facilidad en que se podían hacer ejercicios con un simulador virtual en Internet, fueron cruciales para que más de dos millones de dominicanos ejercieran el sufragio en las primarias.

Este importante caudal de votos constituyó una viva demostración cívica de los electores y contradijo los vaticinios de que la participación no sería de alta concurrencia, sobre la base de que los procesos internos de los partidos generalmente no concitan el interés de las elecciones nacionales.

Hasta el último momento la Junta fue diligente en ofrecer todo tipo de detalles y explicaciones para que la ciudadanía estuviera debidamente edificada sobre el uso del voto automatizado y la población respondió masivamente al llamado de que acudiera de forma ordena y pacífica a ejercer su derecho de elegir y ser elegido, tal como establece la Constitución de la República.

Por la forma en que transcurrieron las primarias y la efectividad de esta primera experiencia del voto electrónico, diversos sectores representativos del país, entre los que figuran, la Iglesia católica, el empresariado y los industriales se han pronunciado en un justo reconocimiento al papel desempeñado por la Junta.

Por ejemplo, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Tomás Morel, exhortó a la comunidad política nacional a respetar los resultados de las primarias como expresión legítima de la voluntad popular, expresada con civismo y tranquilidad.

En referencia a las quejas del sector partidario del PLD que apoyó la precandidatura del expresidente Leonel Fernández, el prelado católico afirmó que el pueblo necesita vivir en un ambiente de armonía y respeto, y que si fuera necesario hacer una revisión global del proceso, que se ejecute, pero con apego al orden institucional.

En iguales términos se pronunció Sandy Filpo, presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago, quien instó al liderazgo del PLD, abocarse a la concertación para evitar la profundización de la crisis generada con el cuestionamiento a los resultados ofrecidos por la Junta.

Advirtió que de esta forma se podrán evitar situaciones que puedan alterar la paz, la democracia y producir efectos negativos en la economía nacional, que debe continuar creciendo sobre bases de estabilidad y confianza para inversionistas locales y extranjeros.

El Nacional

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