¿Qué Pasa?

José Antonio Molina “La música es mi eterna primavera”

José Antonio Molina “La música es mi eterna primavera”

Cada vez que el maestro José Antonio Molina sale a escena, con firmeza y sensibilidad, se coloca frente a la Orquesta Sinfónica Nacional, y rompe el silencio sin palabras, solo elevando su batuta para conducir a los músicos en un viaje de armonía, marcando el rumbo de cada interpretación y convirtiendo la música en una emoción compartida.

Para él la batuta no es solo una herramienta, es su mejor aliada para guiar, y dar vida a cada nota que resuena en el escenario.

“Cuando empuño una batuta siento que es más bien la prolongación de mis manos, y más aún la prolongación de mi voluntad musical, es mi mejor aliado, mi cómplice en cada una de las grandes obras que he tenido la fortuna de interpretar”, manifestó durante una  entrevista con Qué Pasa! el respetado y admirado músico, pianista, compositor, arreglista y director de orquesta dominicano.

Describe la música como su eterna primavera, la razón y esencia de su existencia, lo que le ha dado sentido y razón de ser a su vida.

Con los años, el maestro Molina, de 65 años,  ha transformado su manera de dirigir, de una manera orgánica aprendiendo que menos es más. Aunque cuando joven quería parecerse a otros grandes de la música, está pleno y feliz de ser, simplemente, José Antonio Molina.

“A lo largo de los años mi estilo de dirección ha ido atravesando una hermosa travesía, una hermosa metamorfosis, que cada vez se hace más orgánica, en mi espíritu y en mi esencia como intérprete”, dijo, para luego relatar que cuando  era joven “era muy solemne. La solemnidad es un efecto de la juventud.

Cuando somos jóvenes nosotros podemos ser solemnes y barrocos, y pienso que mientras más me movía o más cosas hacía en mi estilo de dirección, más cosas conseguía. He aprendido que menos es más, y que consigo mucho más con menos. A mi tierna edad de 65 años, aún trato de ser comprensible, modesto y sencillo, sin alardes, ya sin esa solemnidad marcada. Cuando joven yo quería ser Bernstein, Karajan, yo temía ser José Antonio Molina, pero al cabo de los años me he resignado a ser simplemente José Antonio”.

El maestro, quien en 1984 debutó como pianista con la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Dominicana, de la cual es actualmente el director; siempre ha visto la música como una herramienta fundamental para el desarrollo integral de los seres humanos, de manera muy especial para aquellos que cultivan el arte de la música, por lo que destacó las bondades de ésta, y brindó valiosos consejos a las nuevas generaciones de músicos del país.

“La música trae a la vida de las jóvenes bondades tan importantes como el incremento del pensamiento crítico, el desarrollo de la creatividad y por supuesto el sentido de disciplina. De alguna manera, los músicos permanecemos niños toda la vida, de alguna los músicos mantienen más vivo ese niño que habita en cada uno de nosotros, y nos suele asaltar la pureza de la infancia en cualquier instante”, expresó.

Posteriormente, afirmó que es muy importante dejarle a los jóvenes músicos, como lección, que es más gratificante el camino que llegar al destino.

“Mi padre (Papa Molina) siempre me dijo: ‘Hijo, no me cabe la menor duda que tu destino es la gloria musical, pero por favor, prométeme que nunca vas a permitirte creer que ya llegaste’. Por eso, he seguido y he disfrutado plenamente esa interminable travesía que conlleva a hacerse músico, haciendo camino al andar, por eso siempre me pregunto, ‘¿cómo he sobrevivido todos estos años si no sabía eso que acabo de aprender esta mañana y lo nuevo que aprendí anoche y la noche de mañana?’ De manera  que el músico que ve su vida y la música a través de ese prisma, de esa filosofía de vida, tiene y tendrá siempre una existencia privilegiada”.

Concierto de Navidad

En la noche de mañana viernes 19 de diciembre, a las 7:00 p.m., el maestro José Antonio Molina levantará su batuta para brindar, junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, el tradicional “Concierto de Navidad”, del Centro Cultural Perelló.

“El concierto de Navidad del Centro Cultural Perelló es uno de los conciertos más anhelados por nuestra Orquesta Sinfónica. La plantilla en pleno de la orquesta espera con ansias diciembre para trasladarnos a Baní y hacer este concierto que ya hemos hecho por tanto y tantos años. Este año, de manera muy especial, por ser el 80 aniversario de la prestigiosa empresa Induvan. Me unen lazos casi familiares, con la familia Perelló, y me llena de orgullo y satisfacción que ellos entiendan que a través de mí y mi venerada orquesta podemos hacer una presencia tan linda cada año por allá”.

En esta temporada navideña de reflexión y esperanza, la música sinfónica se convierte en  la forma más sagrada y sublime de rendir respeto al nacimiento de Jesús.

 En ese sentido, el maestro José Antonio sostuvo que el mágico universo de posibilidades que ofrece una orquesta sinfónica en el marco de un período tan especial como el de adviento, “es la manera más mágica de hacerle reverencia a la Navidad. Recuerden que estamos celebrando el Adviento, que es un tiempo litúrgico de aproximadamente cuatro semanas de reparación espiritual, que precede la Navidad, la celebración del nacimiento de Jesucristo. Adviento es una época de reflexión de oración, una espera gozosa de la llegada del Mesías, marcando el inicio del año litúrgico cristiano con un enfoque de esperanza, la alegría, la conversión, simbolizado, digamos por la corona de Adviento y por el color morado, culminando en la Nochebuena para celebrar la llegada de Jesús, y esto Centro Cultural Perelló lo celebra, con el favor de Dios, este 19 de diciembre”.