Santo Domingo.- Más lento, pero muy seguro, Ambiorix Jiménez subió al escenario para alzar su título universitario que lo acredita como licenciado en Comunicación Social y Artes Cinematográficas. El joven, diagnosticado con parálisis cerebral leve, fue uno de los 880 investidos este sábado en la ceremonia de graduación 75, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) en Santo Domingo.
Su diagnóstico médico solo impide a Jiménez caminar con normalidad o escribir con la rapidez de sus compañeros. Así, el joven de 23 años se graduó con honores por haber acumulado un índice académico de 3.8 durante sus cuatro años de estudio.
“Ambiorix Alberto Jiménez Cabrera, summa cum laude”, avisaron las bocinas del Centro de Convenciones SANSOUCI. Las palmas y gritos fueron aumentando, a medida que el graduado daba pasos en la tarima con apoyo de un andador.
Puedes leer: PUCMM gradúa 880 profesionales en varias carreras
Los asistentes en la mesa de honor se pusieron de pie y aplaudieron con ánimo aquel encuentro y saludo protocolar con el rector de esta academia, reverendo padre doctor Secilio Espinal. Su madre, entre lágrimas y lejos del escenario, captó con el celular el momento en que su hijo era laureado por las más de 2,000 personas que asistieron a la ceremonia.
El joven reconoce que puede ser difícil culminar una carrera universitaria, y mucho más, cuando los estudios se combinan con una condición médica. “Sé que puede resultar agobiante tener universidad, terapias, ir a clínicas, hacer tareas, cumplir con profesores, proyectos de clases… Pero se puede, y todo llega a su fin. Yo que terminé, soy una viva prueba de ello”, cuenta y se sincera diciendo que las veces que pensó en renunciar, tuvo a su familia como apoyo para continuar este propósito.
La Dirección de Servicios para la Inclusión de PUCMM ofrece apoyo a estudiantes con discapacidades, procurando garantizar un desempeño equitativo y adaptado a las necesidades individuales. Junto a Jiménez, la abogada Rosa Paccagnella Capuzzo, que padece osteogénesis imperfecta, también se graduó de maestría en Criminología.
En el caso de Jiménez, como su mayor problema se relacionaba con su movilidad, siempre tuvo como acompañante en clases a José Darío Soriano, quien también le sostuvo este ultimo día que recogió su diploma. La Dirección de Inclusión procura en estos casos que las clases se puedan desarrollar en espacios de fácil acceso, generalmente aulas ubicadas en primer nivel y en edificios con acceso en vehículo.
De los 880 graduandos en esta ceremonia, 607 (69%) son nuevos profesionales de grado y 273 (31%) corresponden a títulos de postgrado. Con 59% y 522 graduandas, las mujeres siguen siendo mayoría en ésta y las ceremonias de los últimos 15 años. En 61 años de fundación, esta Madre y Maestra ya registra 97,399 egresados.
