
La Barquita Vieja: declarada área protegida, enfrenta una alarmante acumulación de basura y desechos. /Foto Jorge González
Hace ya nueve años que La Barquita (vieja), a orillas del río Ozama, fue declarada área protegida mediante el Decreto 199-16, una promesa de conservación y cuidado bajo la tutela del Ministerio de Medio Ambiente, sin embargo, la realidad que vive este rincón de extremo verdor en Los Mina de Santo Domingo Este dista mucho de aquel ideal de protección.
A pesar de su potencial para convertirse en el “Parque Ecológico Fluvial La Barquita” como estaba planificado por la frescura y el verdor que emana de su cercanía al río, esta área se ha convertido en un triste testimonio del olvido.

La Barquita Vieja, declarada área protegida, enfrenta una alarmante acumulación de basura y desechos
Lo que debió ser un santuario natural, un pulmón para la comunidad y un ejemplo de preservación, hoy se asemeja más a un lugar destinado para tirar basura, escombrosy hasta animales muertos.
En un recorrido realizado por un equipo de El Nacional se pudieron constatar algunas cosas: falta de seguridad. Cualquier persona en vehículo y a pies que decida entrar lo hará sin ningún problema lo que facilita que se pueda botar basura y escombros sin ningún tipo de restricción.
Vecinos de la zona denuncian con frustración cómo el área protegida se ha transformado en un espacio donde proliferan los desechos sólidos y los escombros. La maleza crece sin control, ocultando la basura y los restos de construcción que se acumulan sin freno.
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El intenso verdor de distintas degradaciones que, gracias a la humedad del río, contrasta dolorosamente con la desidia que impera en el lugar. Y a pesar de tener una verja perimetral de protección esta no ha servido para nada ya que los lugareños la usan para pasar y además tirar desperdicios y escombros a cualquier hora.
La falta de vigilancia y mantenimiento agrava la situación ambiental en la zona de Los Mina
“Es una pena ver cómo este espacio tan lindo se está perdiendo. Recuerdo cuando todo lo que se habló y se hizo para protegerlo, pero mire cómo está ahora, lleno de basura”, lamentó Mario Pérez, residente de Los Mina.

Pérez también explico que las autoridades del ayuntamiento tienen distribuidos grandes zafacones en los barrios circundantes y hacen operativos constantes para retirar la basura, pero que al no haber vigilancia y estar este zona bajo la protección de medioambiente todo se complica.
La falta de intervención por parte de las autoridades competentes es evidente. No se observan señales de mantenimiento, vigilancia o proyectos de recuperación en la zona. La declaratoria de área protegida parece haber quedado en el papel, sin traducirse en acciones concretas para salvaguardar este importante espacio natural.
La situación en La Barquita vieja no solo representa un problema ambiental, sino también de contaminación ya que la acumulación de basura puede generar malos olores, proliferación de vectores de enfermedades y contaminación del suelo y las aguas del río Ozama.

Es urgente que las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente tomen cartas en el asunto y rescaten La Barquita vieja del abandono. La comunidad de Los Mina clama por acciones concretas que hagan valer el decreto de protección y transformen este espacio olvidado en el santuario natural que alguna vez se prometió.
Cientos de especies de árboles sembradas por el Jardín Botánico Nacional, dentro del plan para convertir la zona en el Parque Ecológico Fluvial La Barquita en la actualidad se encuentran perdidas entrela maleza que como una gran alfombra cubre parte del área a todo lo largo del rio Ozama de la delimitada zona.
La comunidad solicita acciones concretas para rescatar el Parque Ecológico Fluvial La Barquita del abandono
Iniciado durante el gobierno de Danilo Medina en el 2016, el Parque Ecológico Fluvial La Barquita (PEF-LB), sería una intervención integral sobre el cambio de uso y la devolución de la calidad ambiental y legalidad de suelos ribereños comprometidos por la ocupación ilegal de más de 15 hectáreas de zonas inundables a orillas del Río Ozama.

Luego del traslado de más de 1,400 familias que vivían en condiciones inhumanas y cuyas viviendas se anegaban cuando el río Ozama hacía crecidas después de intensas lluvias la construcción del PEF-LB contemplaba el cierre perimetral, saneamiento de las cañadas, tratamiento de aguas, la implementación de sección de siembra.
Que se haría
Aquí se haría una senda perimetral que bordeara el área liberada como camino de paseo e interconexión del barrio. También ordenamiento del suelo, canalización y saneamiento de cañadas, construcción de espacios públicos, regeneración ambiental, manejo de residuos sólidos y sensibilización ciudadana.
La construcción de espacios públicos, dotaría al área de equipamientos deportivos y lugares seguros aptos para el esparcimiento de todo público. Se levantarían cinco plazas públicas y tres canchas, además de plantas de tratamiento.
Para mantener este proyecto en el tiempo se trabajaría en la sensibilización ciudadana, para que la población residente en el área de influencia, conozca de las cualidades y los beneficios del PEF-LB. Que sepan usarlo, cuidarlo y defenderlo.
Siembra JBN
En el 2016 brigadas del Jardín Botánico Nacional iniciaron la siembra de 43 mil árboles y 10 mil gramíneas en el los terrenos de la Barquita Vieja donde se construiría el parque ecológico y fluvial. Según el proyecto habría tres zonas boscosas para amortiguar los efectos de las inundaciones que se producen en esa zona.
La primera estaría formada por plantas acuáticas que serán sembradas en la ribera del río Ozama, las siguientes, resistentes a las inundaciones y la tercera, estará conformada por árboles frutales como mango, aguacate, zapote, limoncillo, guayaba, guanábana y pomo. Además, cedro, roble, caoba, jina y jabilla.