Opinión

La bicefalia del PLD

La bicefalia del PLD

La supuesta disciplina y unidad del PLD ha quedado en evidencia. El otrora partido del “progreso” hoy está convertido en una red de intereses económicos y políticos que dicen pelear por la Constitución cuando en realidad se disputan quién de sus dos líderes buscará retener el poder en 2016.

Ha sido esa “unidad” de la que se han jactado, la única diferencia con otros partidos. Si hablamos de logros concretos, los mitos poco a poco han ido cayendo, como el tan vanagloriado blindaje de la economía dominicana en el peor momento de la crisis que afectó a Estados Unidos. Al final, resultó un “castillo de naipes” tapado por deudas y reformas que comprometen el futuro inmediato. Hoy, y luego de una dividida decisión de su Comité Político, el PLD atraviesa por aguas que públicamente había evitado. Cuando del poder se trata, se olvidan las cortesías y las fotos de la unidad, pues se pone en juego el futuro de sectores hambrientos de los recursos del Estado y el futuro político de figuras que se embriagaron con la “ antorcha” del liderazgo o que se desdicen y caen en la inconsecuencia de afirmar una cosa y buscar otra.

Estoy entre quienes se oponen a la reforma coyuntural de la Constitución para hacer otro traje a la medida que favorece la continuidad del modelo fracasado del PLD. Pero, no me extrañaría que, la ‘real politik’ prevalezca y en contra de todos los principios, se produzca un acuerdo político interno en el PLD sobre la base de concesiones electorales y posible reparto de funciones oficiales, a cambio de que se aprueba la reforma. En otras palabras, más de lo mismo.

En la otra vereda, el cada vez más fortalecido Partido Revolucionario Moderno le ha demostrado al país cómo se construye democracia. En el primer examen que rendimos durante la Convención, dimos una muestra categórica de madurez, voluntad colectiva y convicción democrática, como la que ningún partido en la actualidad puede dar fe y testimonio, incluido el PLD.

Al Luis Abinader ganar el proceso interno, todos sin distinción, se pusieron detrás de su candidatura, respetando el voto de la mayoría, convencidos de que este camino marcado por una visión común, es la semilla de la esperanza y de una nueva generación política que aboga por resolver los problemas de la gente y construir desarrollo sostenible. Con Abinader encabezando la boleta, el PRM se fortalece, el país recupera la confianza y el futuro aparece cada día más auspicioso. Lo lograremos.

El Nacional

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