Con mas de 90 años de existencia, el cierre, aunque sea temporal, de La Cafetera, uno de los iconos mas relucientes de la calle El Conde, marca el final de un ciclo.
Además del café con su sabor muy característico, La Cafetera brilló como punto de encuentro de poetas, pintores, actores, escritores, izquierdistas y ajedrecistas.
Tras la guerra civil española la cafetería ubicada en la calle El Conde, 253, fue el centro de tertulias de refugiados, artistas e intelectuales españoles que huyeron de la dictadura de Francisco Franco.
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En los últimos tiempos su esencia se había resquebrajado, pero se conservaba la nostalgia.
El laureado pintor José Cestero es uno de los antiguos clientes que conservaba la tradición de visitar diariamente La Cafetera, ese símbolo, declarado incluso patrimonio cultural de la ciudad, que por circunstancias ha cesado sus servicios y cerrado sus puertas.