POR: Ramón Rodríguez
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El martes 30 mayo del 1961, el dictador Leónidas Trujillo, cayó de bruces ajusticiado por valientes dominicanos, dejándole a la sociedad dominicana, algunos temas polémicos, que nuestros líderes no han sido capaces de resolver 52 años después. Todavía están sobre el tapete: la educación, los problemas fronterizos, el Estado de derecho, la alternabilidad del poder, el problema dominico-haitiano y otros sin solucionar.
Es saludable pues, que sea el ex presidente Leonel Fernández, quien haya motivado son sus escritos, la búsqueda científica, que explique el verdadero concepto de líder político. Como estudioso de las Ciencias Políticas, el ex mandatario acudió a John Galbraith, Robert Green, Joseph Naim y a Joseph Nye y mucho me extrañó que obviara a Harold Lasswell con su »Psicopatología y política»
Lo significativo es, amigos lectores, que el 28 de julio habrán de cumplirse 42 años, que el prócer dominicano: Juan Bosch, escribiera un artículo memorable que intituló »La función del líder». El viejo maestro establece claramente, que los líderes responsables tienen que estar conectados con la sociedad que le toca dirigir y expresar con sus acciones, las aspiraciones de su pueblo.
Es entendible pues, que la función del líder consecuente, es usar la política en tanto ciencia, para prever los cambios en el tiempo y dar respuestas satisfactorias a su pueblo.
Los grandes acontecimientos hacen los grandes líderes: la Gran Depresión del 1929 y la segunda guerra mundial, catapultaron a Franklin Delano Roosevert, la guerra de Secesión, inmortalizó a Lincoln y la deuda social acumulada y la pobreza, han sido los retos de los discípulos de Bosch. El líder, al igual que José Martí, debe ser un hombre de su tiempo , pero es preferible que sea enteramente patriota.
Quizás, Toussaint Louverture, sea el mejor modelo del líder instintivo, consecuente y visionario: en su lucha por la libertad de su raza, estuvo al lado de España, luego se alió a Francia y finalmente enfrentó a los ejércitos de Napoleón con todas sus fuerzas, cuando su patria lo requirió.

