Nunca antes la juramentación de un presidente de Estados Unidos había generado tantas expectativas como la del magnate Donald Trump mañana lunes.
El mundo prácticamente se ha paralizado, pese a algunos acuerdos de última hora, en espera de que el republicano vuelva a instalarse en la Casa Blanca.
Desde que ganó las elecciones del 5 de noviembre de 2023 con abrumadora mayoría la gestión se percibe como un parteaguas en la historia de Estados Unidos.
Declaraciones tan explosivas como su interés en adueñarse de Groenlandia, recuperar el canal de Panamá y que Canadá renuncie a su soberanía para adherirse a Estados Unidos han puesto al mundo en ascuas.
En prevención cancilleres de América Latina han decidido unificar sus posiciones frente a las decisiones del mandatario. Las relaciones de Estados Unidos y los demás países entran desde mañana en una nueva fase.