POR: Juan Arístides Taveras Guzmán
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En el día internacional de la mujer, acabado de celebrar en el mundo, justamente debiéramos disfrutarlo todos los días, si tomamos en cuenta su alta dimensión que siempre han representado en la vida de todos, por constituir la madre de los humanos, algo que solo Dios el todo poderoso podría superar. Además hay que tomar en consideración la sublime condición que ha demostrado por su laboriosidad natural y su entrega irrestricta a los trabajos siempre repleto de amor, sacrificios, dignidad, transparencia, dulzura, fina y calante, sobresaliendo siempre en su sentido económico, austera, amorosa y mas honrada y cumplidora generalmente que nosotros los hombres.
Por ello nos desgarra y nos indigna, el alto resultado con los femenicidios que hoy ensombrecen tanto, con el agravante, que nuestra propia economía, ha venido en los últimos años languideciendo con las empresas y las industrias de todos conocidos afectadas.
Afortunadamente la mujer en nuestro país y en el mundo, ha venido descollando en los estudios académicos y otros renglones con sus inquietudes mas dimensionadas en las necesidades sociales de los pueblos así como en la propia política tan necesaria, ostentando en países utiles ejercicios como gobernadoras, legisladoras y hasta presidentes, donde tenemos muchísimos ejemplos en estos momentos.
La mujer en definitiva es casi milagrosa en lo que hace en las mayorías de los casos. Es una pena que no pueda explayarme en mi modestísimo sentir poético, a veces por cuestión de espacio en este prestigioso periódico de la tarde el Nacional, que dice la verdad, para poetizar abundantemente sobre dicha mujer, aquella dulce condición humana, pero por lo menos hoy quiero decir algo que se me ocurre ahora.”Por ti mujer, se alegran los corazones, pues contigo se enciende en la vida un universo de luces y colores. Eres sublime, cautivadora y hermosa, cual de la mitología pareces Diosa, desprendida del arcoíris como una gota de agua fresca, y solo comparada con una rosa que se desgrana en el hargana depositaria de flores frescas.»
En otro orden quiero felicitar al ilustre jefe del estado por haber condecorado y distinguido en su día por lo menos unas quince damas nuestras, valiosas y distinguidas en distintos oficios. Ojala en otra ocasión se profundicen estas distinciones con tantos valores femeninos con meritos incalculables en distintos menesteres.
Finalmente quiero por este medio extender mis sentidas condolencias a Nauren W. Tejeda y familias con motivo de la muerte de mi amigo el destacado colega Luis Heredia Bonetti, prodigo defensor con visiones jurídicas, diplomáticas , sociales y extranacionales., Así como mis condolencias sinceras con las familias de mi amigo y colega Orlando Gil por la muerte de su padre. Por igual con la lamentable muerte de mi querido compueblano el destacado pintor de proyección internacional don Guillo Pérez. Hasta el próximo jueves.

