Editorial

La pandemia sigue

La pandemia sigue

El Gobierno ha cedido al reclamo colectivo para que se reduzca el tiempo del toque de queda impuesto para evitar auge del coronavirus, que será a partir del lunes, de 9:00 de la noche a 5:00 de la mañana y los fines de semana, desde las 7:00 de la noche.

Aunque el ministro de Salud, Plutarco Arias, dijo que la reducción del periodo de confinamiento obedece a que se registra una disminución de los casos de la covid-19, la gente debería saber que aún persiste un peligro grave de contagios, cuyas cifras diarias se mantienen cerca de los 500 casos.

Sería mejor decir que con esa medida se procura disminuir el congestionamiento vehicular por la gran cantidad de personas que retornan a sus hogares después de la 5:00 de la tarde, o en las tardes de sábado y domingo.

En ninguna parte del mundo, con excepción de China y Nueva Zelanda, se proclama la contención del coronavirus, por el contrario, en todas partes se extreman las medidas de prevención, como ocurre en el Reino Unido y en España, por lo que aquí tampoco población ni autoridades deberían bajar la guardia.

Se entiende la necesidad de retornar a nueva realidad con la recuperación de la economía en todos sus aspectos, pero es imperativo promover conciencia en la ciudadanía de que esa vuelta a la normalidad será en compañía de la covid-19.

La disminución del confinamiento tiene el propósito de que los ciudadanos se despojen de la presión del tiempo, pero las actividades laborales, recreativas o de cualquier otra naturaleza deben realizarse con estricto cumplimiento del uso de mascarilla, lavado frecuente de las manos y mantener distanciamiento físico.

El programa de recuperación de la economía sufriría grave retroceso si la gente interpreta la reducción del horario de toque de queda como señal de que la crisis sanitaria ha sido contenida y de que se concede permiso para el desenfreno, sin tomar en cuenta que las cifras de muertos e infectados seguirán en ascenso.

Se formulan votos para que los dominicanos asuman con elevado sentido de responsabilidad cívica la reducción en dos horas del horario de confinamiento preventivo contra el coronavirus, en el entendido de que la pandemia aún no ha sido contenida y de que persiste el riesgo de un rebrote, con las graves consecuencias para la salud ciudadana y para la economía.

El Nacional

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