Carta de los Lectores

La UASD en Barahona

La UASD en Barahona

Los profesores fundacionales de la UASD Recinto Barahona debieran ser exaltados y sus nombres esculpidos en los anales de la historia, no sólo de la universidad, sino de la sociedad enriquillense. Su experiencia sirvió de camino ya hecho para los centros que comenzaron a crearse en todo el país y que hoy ya suman casi una veintena.

Es la herencia que nos han legado y, por ello, la región Enriquillo tiene una deuda eterna de gratitud con ellos.

Con sus altibajos la UASD Recinto Barahona ha sobrevivido  a las inclemencias de las dificultades de un medio económico y social que, aun, para el 2013, según la Oficina de Desarrollo Humano en 2013, y recogido por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) en 2018 en un informe publicado en esa fecha, sigue siendo la zona del país con menor Índice de Desarrollo Humano.

Respetando el pasado, ahora toca asumir con responsabilidad institucional su presente y procurar conquistar un futuro en el que tengamos una academia consolidada en su compromiso social y que responda a las “demandas prioritarias del país y de la región”, tal como fueron las motivaciones de sus orígenes.

De ahí que el impacto que la UASD-Recinto Barahona genere en lo adelante tendrá que estar referido, necesariamente, a la medida en que dé respuestas a las demandas de formación de los recursos humanos en las áreas económicas, sociales y culturales de una región que está a la espera de mejores resultados.

Es por ello que a la UASD Recinto Barahona hay que pensarlo un poco más allá de lo que ha sido hasta ahora y tomar conciencia que la esencia de ser es su misión sustantiva de docencia, investigación y extensión. Requiere de una nueva forma de visionarlo.

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A sus 52 años el primogénito del Alma Máter será proclamado recinto universitario en el marco de la celebración de su fecha natalicia y, en su nueva categoría institucional, requiere que sea conducido con un modo distinto de pensar y de gerenciar lo académico, que se prioricen los procesos misionales de la universidad, y que se dé el paso definitivo hacia su consolidación como faro de luz y de “noble ciencia manantial” que alumbre el futuro de la región.

Ramón López Ynoa

El Nacional

La Voz de Todos