Opinión

La verdadera revolución educativa (1 de 2)

La verdadera revolución educativa (1 de 2)

POR: Ángel Hernández

Angelhernandez@uapa.edu.do

 
Ortega y Gasset dijo en el libro de las Misiones que la educación debe seguir las reglas de la economía de la enseñanza, queriendo decir con ello que a los niños había que enseñarle lo que pueden aprender y lo que es útil para la vida. Esas palabras de Ortega y Gasset cobran hoy día mayor importancia debido a la gran cantidad de conocimientos que día a día se acumulan y que es imposible asimilar en una o varias vidas. La gestión del conocimiento es hoy uno de los grandes desafíos de las organizaciones y muchas ciencias se han estructurado en torno a la gestión de la enorme cantidad de datos que la sociedad acumula y está en capacidad de producir.

Esa realidad tiene implicaciones para los que diseñan el contenido de la educación y las formas de cómo los alumnos deben entrar en contacto con el saber acumulado. En estos momentos es imposible diseñar una carrera pensando que los egresados tendrán el dominio pleno de los conocimientos acumulados. Por ello, la especialización cobra cada día más importancia. La licenciatura es de carácter general y el postgrado, maestría y doctorado, tienden a procurar la especialización en un dominio o campo especifico del conocimiento. La norma de hoy es saber mucho de una o pocas cosas. El conocimiento más raro, escaso, es el que se paga más caro.

Ante la magnitud de los saberes acumulados las viejas estrategias de aprendizaje basadas en la memorización ya no funcionan. El alumno debe, como bien lo señaló el Informe Delors, aprender a aprender, es decir, desarrollar estrategias que les permitan obtener por sí mismos los conocimientos.

Ya que el conocimiento evoluciona y se acumula muy rápido, las instituciones formadoras deben ir incorporar acciones que permitan a la comunidad académica estar al tanto de los cambios de paradigmas.

Este papel lo juega la educación continuada a lo largo de la vida. Ser egresado de una determinada carrera no es una garantía de éxito en un mundo que cambia tan rápido. Debemos estar en la disposición de realizar constantemente adecuaciones en nuestro perfil profesional para hacer frente a las innovaciones que provienen del mundo empresarial, científico y tecnológico. Esto implica también que en un futuro cercano los egresados de una carrera para ejercer deberán certificar constantemente los conocimientos y habilidades adquiridas durante el desarrollo de su carrera profesional.

El Nacional

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