Editorial

Las pruebas

Las pruebas

  La revelación  hecha por la Junta Central Electoral (JCE), de que  en la lista de observadores electorales presentada por Participación Ciudadana detectó 188 casos de personas con antecedentes penales o con  notoria filiación partidaria, constituye una imputación grave que requiere la inmediata presentación de las pruebas materiales que la avalen.

Un informe divulgado por la Comisión de Observación Electoral de la JCE señala que  en la lista  suministrada por   esa entidad de la sociedad civil se detectaron casos  de ciudadanos con  antecedentes penales como violación a la ley 50-88 sobre tráfico ilícito de drogas.

No resulta extraño que  de cualquier nómina de  aspirantes a la observación electoral se detecten  algunos casos de posible filiación política o de personas con expedientes judiciales  vigentes, pero la JCE ha  dicho que  de la relación presentada por Participación Ciudadana  figuran 188 personas objetables, lo que parece rebasar la normalidad.

Se requiere que  el Pleno de la Junta avale o rechace  el informe de referencia, cuyo contenido puede definirse como escandaloso porque revelaría  que un porcentaje considerable del listado de observadores electorales presentados por Participación Ciudadana está constituido por gente con expedientes criminales o  filiación partidaria conocida.

Sería más escandaloso aún, si la JCE no aporta las pruebas o evidencias que avalen  una afirmación tan categórica, genérica y delicada, como es la de afirmar que  gente con antecedentes penales o con notoria  filiación partidaria fueron propuestos para  participar en la observación electoral.

Es claro que a Participación Ciudadana le asiste derecho de  que sea incluida entre las organizaciones  que  observarán el proceso electoral y las votaciones del 20 de mayo, en las mismas condiciones que la Organización de Estados Americanos y otras entidades nacionales o extranjeras.

No debería pasar como  asunto sin importancia, el  conflictivo hallazgo sobre la lista de observadores presentada por una institución de reconocida trayectoria cívica y de amplia experiencia en procesos electorales. La JCE  está compelida a garantizar  absoluta transparencia en todo lo relacionado al montaje y celebración de las elecciones  del 20 de este mes, por lo que es su obligación ofrecer las pruebas correspondientes a  su versión de que 188 personas sugeridas como observadores electorales  tienen antecedentes penales o notoria filiación partidaria.

El Nacional

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