Editorial

 Ley y ética

 Ley y ética

El Pleno de la Junta Central Electoral (JCE) rechazó una instancia  para que se prohiba al presidente Leonel Fernández involucrarse en la campaña electoral bajo el criterio de que  el mandatario no es candidato, por lo que ese organismo no puede conculcarle lo que constituye un derecho constitucional.

La verdad es que la Constitución ni la ley Electoral prohibe de manera expresa al  jefe de Estado  participar  en  actividades proselitistas y, por consiguiente la JCE ha partido del precepto jurídico de que lo que la ley no prohibe está permitido.

Lo que debería limitarse o regularse, de conformidad con la ley, no es el derecho del Presidente  y sus funcionarios a  promocionar candidatos de su preferencia, sino el uso de recursos o ventajas que proporciona la Administración Pública a favor de un  postulante o en perjuicio de otro.

El doctor Fernández tiene  absoluto derecho  a realizar campaña electoral a favor del candidato de su preferencia, pero más de un estatuto legal le impiden  hacer provecho de patrimonio o bienes  estatales, cuyo empleo o disfrute se  constituya en un tipo de privilegio que distorsione el principio de igualdad en la competencia comicial.

La JCE ha interpretado correctamente el derecho, al proclamar incompetencia para limitar o restringir la prerrogativa ciudadana de participar en campaña política, pero quizás en la motivación de esa resolución ha debido  comentarse otros acápites de ley que impiden   el uso de recursos públicos a favor de candidatos.

En ningún modo se afirma que  el Presidente  aprovecha ventajas  que le proporciona  su elevada investidura a favor del candidato de su simpatía, porque esa imputación  ha de ser acompañada, como lo ha señalado el Pleno de la JCE, de las pruebas o evidencias que la obliguen a pronunciarse sobre el particular.

De lo que sí se puede hablar es de una reiterada exhortación  a la preeminencia de la ética  por parte de los funcionarios que participan en campaña electoral, incluidos senadores, diputados, síndicos y regidores, porque la ley  prohibe  el uso o disfrute de dinero o recursos públicos a favor o en contra de un candidato o partido.

Es por eso que, alentado por la  resolución de la JCE que  refrenda su derecho  constitucional a inmiscuirse en proselitismo, el Presidente debería ser el primero  entre los funcionarios que ponga el ejemplo ético sobre pulcritud, moderación y respeto a la ley. Que así sea.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación