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Libre pensar

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Montaña de vida y libertad

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha escuchado el grito de protesta de barahoneros -marchas, repiques de cacerolas y comunicados-, y dispuesto la suspensión del transporte de productos mineros desde el Parque Nacional Sierra de Bahoruco hasta el muelle, que esparcían un contaminante polvillo.

Satisface que el titular de la citada cartera, Orlando Jorge Mera, se haya sentado a la mesa con respetables ambientalistas, religiosos y otros actores sociales/populares de Barahona sobre las operaciones de Belfond, en la loma Las Filipinas. En el 2015 fue favorecida por el Ministerio de Energía y Minas con una concesión, por 75 años, para extraer carbonato de calcio de piedra caliza.

Tenemos que seguir cantando a la montaña de nuestras añoranzas, donde brotan los ríos La Ciénaga y Bahoruco; los arroyos Brazo Seco y El Infierno, y conecta con áreas ricas en microcuencas hidrográficas.

 I

“El Bahoruco, /esbelta geografía, /progenia libertaria, / leyenda que ennoblece la redondez del alma. / Suelo/minerales y cielo; /rocas, ríos, manantiales, / bosques y frutas; /reptiles y aves.

“Horizonte/ y dimensión de vida. /Naturaleza lírica poblada de silencios /y terrazas pintadas de verdores, /y vientos que bailan historias al compás / del honor de sus hombres.

“El Bahoruco, /encaramado/destello que explaya/su vista hacia nubes y aguas/azules y caribes. /Y contempla el mar/en el litoral donde duermen sus faldas, /que visten/de nostalgias su intenso panorama/con rumor risueño, sublime y soberano…/y soberano y libre/para adormecer y recrear/el espíritu.

“Mar comprensivo y disipador/de confidencias que del próspero/vientre de la montaña/fluyen cantarinas entre peñascos y callejones.

 II

“El Bahoruco, /vegetación y espacio botánico/de herencia indígena. /Huella del pasado/y siglos de flechas/y pólvora.

“Génesis de libertad.

“Libertad entonada con romance/ por los aborígenes de Enriquillo (1519) /cuando el alba sonreía y el Sol chillaba/con su color milenario.

“Cuando el Sol recogía sus alas/y sin su mirada el universo de la sierra/se cubría de tinieblas/y los pájaros que volaban volvían/a sus nidos/y las hojas dormían y sudaban…/y las gotas caían sobre los indígenas…/y en la noche y en el día, /con las gotas de las hojas y las del Sol, /componían cánticos de libertad/ y las flechas y los dardos/ojeaban y entretejían a los españoles.

“Y se fueron los indígenas con su libertad. /Y volvieron otros y otros, por la libertad…..” “Y otros y otros más volvieron por la libertad”.

En 1986 escribimos esos versos: “Montaña de libertad y vida”, que ahora trasponemos como “Montaña de vida y libertad”. También poetizamos que “sin bosque ni río/las represas enmudecen, /y los surcos, si cantan, /cantan con sed, /erosivos. Y sus árboles yacen sin/pétalos ni frutos, /lampiños y marchitos. /Así la vida no danza,/ni yo canto. ¡Qué triste sería la vida sin bosque!”.

Por: Oscar López Reyes (oscarlopezperiodista@gmail.com)

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