Editorial

Lo mismo

Lo mismo

Vistos los argumentos del Ministerio de Industria y Comercio, el congelamiento de los precios de los combustibles y la reducción del gas propano han sido un “sacrificio” del Gobierno. Porque, pese a la caída del petróleo en los mercados internacionales, la gasolina, el gasoil y otros derivados registraron alzas.

Sin embargo, lo que se percibe es que  en medio de la crisis financiera que se dice afecta al Gobierno, así como de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se optó por el viejo recurso de maniobrar por conveniencia política con la regulación de los precios de los carburantes.

Si los precios de los carburantes no bajaron con la caída del petróleo, sino que subieron a causa de las tensiones políticas entre Estados Unidos y Medio Oriente, lo que procedía entonces era elevarlos en el mercado interno. Pero como se trataba de una decisión difícil de asimilar, entonces se recurrió al consabido “sacrificio” para no castigar a los consumidores.

Si el Gobierno se rigiera de una vez y por todas por la Ley de Hidrocarburos en cuanto a regular los precios de los carburantes no hubiera tantas sospechas y hasta indignación con los ajustes. Hasta los chinos de Bonao esperaban que a partir de esta semana los precios bajarían. Sin embargo, las autoridades optaron, como una suerte de sacrificio,  por congelarlos.

Rebelión

La decisión del ministro de Deportes de suspender los Juegos Nacionales ha caído mal en varias federaciones. Lo extraño del caso, sin embargo, ha sido el titubeo para objetar una medida con la que se sabe que, en el fondo, muchos dirigentes están totalmente en desacuerdo.

Pero yendo al grano, el asunto no es si la medida fue arbitraria porque los Juegos son una tradición, sino si existen las condiciones para su celebración. Debería analizarse si las actividades deportivas, por demás siempre importantes, han cumplido con su cometido.

No todos los presidentes de federaciones cuestionan la decisión del ministro Jaime David Fernández Mirabal. Hay quienes la han saludado y quienes, por razones obvias, han preferido guardarse sus opiniones. Sin embargo, sería injusto lapidar al funcionario sin analizar detenidamente si valía la pena inversión en la celebración cada dos años de los Juegos Nacionales. En su lugar se contemplan Provinciales, Escolares y Municipales, que a lo mejor resultan más convenientes.

El Nacional

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