El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) tendrá que hilar fino sobre el estudio acerca del impacto ambiental de la explotación de Loma Miranda, en La Vega. Aunque la representante Valierie Julliand ha garantizado la imparcialidad del estudio, diferentes sectores tienen su sospecha.
El padre Rogelio Cruz no ha vacilado en ligar a los técnicos del PNUD contratados para el estudio con empresas interesadas en explotar los yacimientos. Si el informe del organismo favorece la explotación los conflictos en la zona están llamados a estallar de inmediato.
Hay mucha tensión. El Gobierno decidió encargar al PNUD del estudio sobre Loma Miranda en procura de una opinión autorizada e imparcial antes de tomar una decisión. Pero los ecologistas se oponen a cualquier posibilidad de que, por sus consecuencias sociales y ambientales, la zona pueda ser explotada. Si el crédito del PNUD está en juego hay que decir lo propio sobre la autoridad del Gobierno.