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Los 80 años de la ONU

Los 80 años de la ONU

Fidelio Despradel

Sin duda, los dos grandes protagonistas de los 80 años de la ONU fueron el presidente Petro, de Colombia, y Donald Trump. Curiosamente ambos estuvieron de acuerdo en su evaluación de la organización y en su infuncionalidad.

Trump fue directo y dijo: “La ONU es buena solo para escribir cartas y documentos, pero a la hora de poner en práctica lo que plantea nunca lo hace, nunca actúa, sin asumir la responsabilidad norteamericana por la inacción que critica, ya que cada vez que la ONU logra un voto unánime, caso del bloqueo a Cuba y las sanciones a Israel por el genocidio en Palestina, Estados Unidos utiliza su poder de voto en el Consejo de Seguridad para impedir que la ONU intervenga efectivamente en la solución del problema, o caso, consensuado.

El presidente Petro, quien cada vez que interviene en la ONU asombra al mundo con su erudición y claridad conceptual, planteó que el real problema mundial es el conflicto entre la sobrevivencia de la humanidad y la codicia y planteó como ejemplo la crisis climática, afirmando que a la tierra solo le quedan diez años para corregir el colapso irremediable del planeta, que atribuye a la negativa de los países desarrollados a asumir el daño al medioambiente de la energía fósil, a saber el petróleo y el carbón. Crisis que Trump, con su defensa a ultranza del gran capital corporativo, u oligarquía financiera, califica de “gran farsa”.

El asombro llenó la sala de conferencias de la ONU, cuando Petro coincidió con Trump en su evaluación del organismo. Dijo que la ONU tiene declaraciones brillantes para prácticamente cada problema, desde la Declaración de los Derechos Humanos, que nunca se han respetado (y mucho menos ahora que deportan a los emigrantes encadenados de pies y manos, como si fueran criminales, algo que Colombia dignamente rechazó cuando le dijo a Trump que no aceptaría jamas que un avión aterrizara en Colombia llevando sus compatriotas encadenados como animales); hasta la violación de los derechos reproductivos de las mujeres y las niñas, asumidos como bandera por alguien empeñado en ocultar los archivos de Epstein..

Empero, la solución de Petro a este impasse no es la disolución de la ONU, como planteó Trump, sino desconocer el derecho al veto del Consejo de Seguridad y devolverle el poder asambleario a los 189 países restantes que la conforman, vía referendos, y algo más: poner al servicio de las resoluciones de esa asamblea los ejércitos de los países.

Escuchándolo, el pueblo italiano obligó a su gobierno a enviar buques de guerra para proteger su flota humanitaria para Gaza. Porque la humanidad comienza a decir basta, y ya anda.

Por: Fidelio Despradel
f.despradel@gmail.com

El Nacional

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