Un ángel con mascarilla despliega sus alas azules en una sala de hospital, dibujo de Dionisio Polanco que representa la esperanza en tiempos de pandemia.
En la calle El Conde, una loca le grita coronavirus a todo el que pasa, video arte de utopía films. Coronavirus con alas, miles de murciélagos vuelan al atardecer, fotografía de Andrés Feliz.
Un caballo asustado corre por las calles de Londres, el galope de sus cascos se confunde con las campanadas del Big-Ben.
Domingo al atardecer, llueve en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, el papa Francisco besa con devoción el ícono bizantino de la Virgen Salus Populi Romani, el retablo se dice que fue pintado por San Pablo en un trozo de madera, de la mesa que se utilizó en la última cena de Jesús con los apóstoles. En la baja Edad Media, en el 593, el papa Gregorio Magno, paseó el ícono por las calles de Roma, para liberarla de la peste negra.
En el primer plano de la TV, el papa Besael, pidiéndole un nuevo milagro en el siglo XXI para que este ícono de la virgen nos proteja de esta nueva pandemia, en tiempo del coronavirus.
El arte como cura, la pintura como hechizo y conjuro es sol que ilumina la miseria de los hombres, luz que nos acompaña desde el bisonte de las cavernas hasta el hoy que nos abruma.
El triunfo de la muerte de Brueghel el viejo, obra maestra del espanto nos muestra una ciudad contagiada por la peste, composición que nos llena de asombro y pavor que todavía nos estremece.
Los jinetes del apocalipsis de Alberto Durero, en donde uno de los jinetes es la peste, arquero que dispara la muerte, que callada y sin verla nos llega en la saeta.
Tiziano nos pinta unas imágenes cuando la peste azotó Venecia, en él se pinta a sí mismo postrado ante la virgen María, orando por su salud y la de su hijo Horacio, no fue escuchado, ambos murieron de peste en 1576.
Las 7 obras de la misericordia de Caravaggio es un discurso sobre la solidaridad en tiempos de pandemia en las calles de Nápoles, observamos a un clérigo levantar una antorcha, mientras un hombre es llevado al sepulcro, Sansón aparece vertiendo agua a otro hombre desde la mandíbula de un asno, una mujer abraza a los contaminados en vez de distanciamiento social, es un cuadro que alienta la solidaridad y la compañía en tiempos de pandemia.
Francisco Goya y lucientes en el corral de los apestados nos describe en claroscuros un hospital colapsado por la pandemia.
Rembrandt y el retrato de su amada y sus ojos negros, mirada que lo atormentaría toda la vida, su amada se contaminó de peste al regreso de su estudio.
Diego Rivera y su mural de virus, que representa la viruela traída por los españoles que mató la población indígena mexicana. Edward Munch y su retrato de su hermana niña y su madre muerta por la gripe española. La ciudad fósil de Florencia Mary con un video arte sobre la ciudad en donde empezó la pandemia en China.
El artista chino Duyi Han hace poco realizó un mural que cubre la gigantesca pared de una pagoda budista en China, en donde en vez de santos o budas están los médicos cubiertos por máscaras, guantes y trajes blancos en donde se elevan a los cielos como ángeles, o mártires, firmando la obra con el título Los santos visten de blanco. Una imagen vale más que mil tratados.
¿Qué imagen será la imagen síntesis de estos tiempos difíciles, cuáles ojos desde el futuro leerán las imágenes temblorosas como gotas de lluvia en las ventanas del mañana.
Esperamos que sean imágenes de esperanza y no de desolación en donde ángeles sin mascarillas pinten de azul y alegría todas las plazas, todas las ciudades y todos los hospitales del mundo.
Por: Ángel Concepción (Yeyé)
angelsinpantalones@gmail.com
El autor es creativo.