SAN DIEGO — En temporadas bajas consecutivas, Eric Hosmer y Manny Machado llegaron a San Diego, lo que indica un cambio serio en el tenor de una franquicia que necesitaba una sacudida. Sus fichajes llegaron con expectativas. Estos no eran los mismos viejos Padres.

Media década después, Hosmer y Machado están haciendo todo lo posible para convertir en realidad las visiones que tenían en ese entonces para esta franquicia. Los Padres se ven a sí mismos como contendientes legítimos esta temporada. Han construido una lista que puede lanzar y defender con lo mejor de ellos.

A la ofensiva, sin embargo, ha sido difícil. En la alineación titular el viernes por la noche, San Diego se puso a siete bateadores con promedio de .234 o menos. Pero los Padres también colocan a Machado y Hosmer en el medio de su alineación y, últimamente, eso ha sido suficiente.

Nuevamente, Hosmer y Machado, un par de nativos de Miami, provocaron una victoria de 3-2 sobre los Marlins en Petco Park. Hosmer abrió el marcador en la primera entrada con un estruendoso doble productor. Mientras tanto, Machado terminó de 3-2 con una carrera impulsada y una base por bolas.

Cuando el polvo se asentó, los dos habían cambiado de lugar en la tabla de clasificación de promedio de bateo de la MLB. Ahora está Machado en el primer puesto, bateando .382, con Hosmer en segundo lugar con .371. Independientemente de quién esté primero, ha sido un comienzo notable para ambos, y justo cuando los Padres lo necesitaban.

“Nos empujamos unos a otros con seguridad”, dijo Machado. “Si lo traemos todos los días, todos los demás tendrán que venir y traerlo. Simplemente dé el ejemplo. Eso es lo que estamos haciendo”.

Aquí hay una forma de verlo: incluso con siete lugares en su alineación de bajo rendimiento, los Padres tienen marca de 18-9, en un virtual empate con los Dodgers en la cima del Oeste de la Liga Nacional.

“Para mí, soy un poco optimista. Estamos obteniendo muchas victorias y no tenemos mucha producción”, dijo el manager de los Padres, Bob Melvin. “Esos tipos están llevando la carga. Pero sabes que muchos de estos muchachos tienen antecedentes”.

Los Padres, por supuesto, no cuentan con Fernando Tatis Jr., una de las armas ofensivas más dinámicas del deporte. En el corto plazo, están esperando que Luke Voit y Wil Myers regresen, quizás dentro de la próxima semana.
Cuando los Padres comiencen a recibir contribuciones en otras partes de su alineación, insisten en que su ofensiva puede ser una fuerza. En ese sentido, dieron un paso adelante la noche del viernes.

Fue el final de la alineación lo que provocó un rally en la quinta entrada. Trent Grisham, quien también trabajó un par de bases por bolas en la noche, abrió el quinto con un triple. Matt Beaty siguió doblándolo a casa. C.J. Abrams usó su velocidad para forzar un tiro errado del campocorto de los Marlins, Miguel Rojas, y se embasó por error.

“Muchos muchachos están armando buenos turnos al bate”, dijo Beaty. “[Machado y Hosmer] están viendo resultados. Están armando turnos al bate geniales y de calidad, golpeando la pelota con fuerza. Están llevando la ofensiva en este momento. No es que vayan a pelearse, pero con suerte, cuando necesiten que los recojamos, con suerte también estaremos haciendo clic en el momento adecuado”.

Machado coronó ese rally de la quinta entrada con un sencillo láser empujador al jardín izquierdo. Sería la diferencia. Yu Darvish, quien trabajó siete excelentes entradas, permitió sus únicas dos carreras de la noche media entrada más tarde con el jonrón de dos carreras de Jesús Aguilar.

A partir de ahí, el bullpen de los Padres encontró la manera, incluso cuando el preparador Luis García y el cerrador Taylor Rogers no estaban disponibles. Robert Suárez atravesó la octava entrada y Steven Wilson sorteó un poco de tráfico temprano para lograr el primer salvamento de su carrera.
“Eso fue divertido”, dijo Wilson, a quien algunos en la organización ven como un material de cerrador al futuro. “Recordaré este para siempre”.

Con hombres en las esquinas y dos outs, Wilson consiguió que Jesús Sánchez elevara dócilmente al jardín izquierdo, donde Jurickson Profar exprimió el 27 out. La multitud se agitó en un frenesí.

En realidad, ha sido así durante toda la temporada aquí: multitudes casi llenas y una ciudad que ha abrazado firmemente a su equipo y las altas expectativas, expectativas que llegaron por primera vez hace media década, cuando Hosmer puso lápiz y papel en lo que entonces era un acuerdo récord de franquicia de ocho años.

La primera mitad de ese contrato no fue amable con Hosmer. Luchó mucho a veces, y el equipo en su mayoría tuvo un desempeño inferior. Ha sido objeto de especulaciones comerciales que datan de la fecha límite de la temporada pasada. Pero ahora mismo, los Padres están felices de que esté aquí.

“Verlo dejar todo eso atrás y salir y actuar al más alto nivel y ser un All-Star este año, firmó aquí para traer un campeonato a esta ciudad”, dijo Machado. “Y eso es lo que estamos tratando de hacer”.