¿Qué Pasa?

Malpaso recompone el orden de mejores directores

Malpaso recompone el orden de mejores directores

Los premios, distinciones y criterios críticos que ha generado Malpaso (Héctor Manuel Valdez, 2019), con todo y ser una aventura audiovisual poética, social y comporta llamativos logros técnicos y de dirección, que conducen la atención arevisar los listados que intentan definir cuáles son los mejores directores de cine dominicano.

Sus recientes logros incluyen la selección como representación dominicana ante los Premios Goya y premio Mejor Película en el Festival Internacional Trinidad y Tobago 2020.
Malpaso inscribe con fortaleza a su director al selecto grupo de directores jóvenes que están impulsando una marca fílmica dominicana, en la filmografía iberoamericana e internacional.

Directores jóvenes de mayor impacto:
·          José María Cabral, (Carpinteros,2018 y El Proyeccionista e Isla de Plástico (2019). Portentoso y creativo, Cabral es uno de los sinónimos del mejor cine que hacemos.

·          Nelson Carlo de los Santos (Cocote 2128), considerada por la Asociación Dominicana de Prensa y Crítica Cinematográfica como la mejor película dominicana de la historia. Cocote es un pasaporte a las miradas del cine mundial.

·          Laura Guzmán & Israel Cárdenas (Jean Gentil (2010), Dólares de arena (2014) y Sambá (2017).

·          Natalia Cabral/Oriol Estrada, Miriam miente. 2018).

·          Pedro Urrutia, fue la gran sorpresa de los jóvenes el estrepitante triller Código Paz, (2014) y Carta Blanca, lista ya por estrenarse.

·          Bladimir Abud (La lucha de Ana, inolvidable protagónico insuperado por Cheddy García, 2012) y A orilla del Mar, 2017) y La otra Penélope (sobre novela de Andrés L. Mateo) Es un director discreto y de alto criterios que no agita innecesariamente los medios.

·          Francisco Valdez. Director singularmente diferenciado con su De pez en cuando (2014), muestra de cine de autor, no apreciada por el público y aplaudida por la crítica.
·          Jean Luis Guerra. Cortometraje A Tiro Limpio (2013), colgado en YouTube con 462 mil visitas, ahora en proceso de postproducción para largometraje, encaminado a ser un hito cinematográfico por las características que implica.

·          Leticia Tonos (La hija natural (2011), Cristo Rey (2013) y Mis 500 Locos (2019), es la directora de cine más destacada individualmente considerada.

·          Tabaré Blanchard (La montaña 2012, documental), y Veneno, la primera caída (2018). Blanchard es una de las piezas mejor afirmadas en su talento..

·          Ernesto Alemany. La gunguna (2015) Un capítulo aparte del cine dominicano. Una historia redonda, múltiple, mágica e indefinible, basada en el cuento Montás de Miguel Yarull.
·          Raúl Camilo (Lo que siento por ti, 2018. El joven productor de televisión y espectáculos sorprendió al mundo de cine criollo con un drama emotivo sobre inclusividad, con notables actuaciones y un estilo que, si bien es de fórmula, logro impregnarle un estilo.

·          David Maler. De su obra vista hasta ahora, el proyecto más cuidado y en el que se sintió con mayor intensidad la entrega y pasión personal por el cine, fue Reinbou (2017/Cacique Films). Maler es tan bueno delante, como detrás de  cámara.

·          Ronny Castillo. ¿Quién manda? (2013)  que abrió la etapa de las comedias bien logradas de amplio impacto popular  y que luego entregará, Cuentas por Cobrar (2017).
·          Frank Perozo.  No es tan joven como actor, pero su incursión como tal es de apenas hace tres años con Colao (2017), Qué León (2018) y Los Leones (2019).

Directores de otra generación

La consistencia fílmica de hoy para el cine dominicano no llega de casualidad porque es resultado de un proceso iniciado antes con directores que apostaron a la calidad y la trascendencia de las historias, por encima del criterio de la venta de boletas del momento (lo que en modo alguno es indigno, o impropio, dada la esencia de industria comercial del cine):
·       Agliberto Meléndez. Un director fundacional. (Pasaje de ida, 1988), la película que representa la entrada del país al cine de calidad, para el caso con el drama social. Lástima que su más reciente trabajo, Del color de la noche (2015), no contará ni con los recursos de producción necesarios y al tener un guión que excluye personajes determinantes de la historia de José Francisco Pena Gómez

·       Ángel Muñiz. Personaje crucial del cine que abrió las puertas y que sigue dando frutos hoy en día como director y productor. Inicio el cine de calidad con vocación popular y comercial y que estrenó el marketing bien logrado para una cinta dominicana (Nueva Yol, 1995). Sus más recientes producciones (Ladrones a Domicilio (2016), A Dios que me Perdone (2018), esta última con casi un millón de visitas en YouTube, estableciendo récord.

Es un director poco accesible a los medios, los reconocimientos y premios de arte, pero ello no impide reconocer una actitud de solidaridad para con sus compañeros que es escasa en un medio en el cual cada uno solo piensa y actúa en función de cada uno.

·       Juan Basanta.  Responsable del proyecto Biodegradable (productor de La gunguna (2017). De sobrado talento, Basanta es un director soberbio que debe apostar todo a su próximo proyecto para no cometer errores elementales del pasado, cuando teniendo buen concepto, erró en cuestiones de mercadeo.

·       José Enrique Pintor. Prolífico y creativo a partir de una estupenda formación cinematografía, Pinky es versátil y ha producido piezas que son precursoras desde Sanky Panky (2007) hasta Santo Domingo (documental 2019), -documental que estableció precedente de superproducción. Su filmografía es extensa e incuestionable.
·       René Fortunato. Principal documentalista de la historia reciente dominicana. Su trilogía sobre la dictadura de Trujillo y los que exponen los gobiernos de Balaguer y Bosch, constituyen un patrimonio. En ficción, hace una incursión notable (y que a nuestro modo de ver no ha sido valorada aún como se debe) en 2017, con Patricia Regreso del sueño. Fortunato es responsable de precedencias en difusión del cine nacional: fue el primero que logró que los cines proyectáran en video  con el documental La Trinchera del Honor, para lo cual tuvo que vencer muchas resistencias.

·       Fernando Báez Mella: El Rey de Najayo, (2002) que inaugura el apoyo a la Ley Nacional del Cine, y su obra cumbre, Flor de Azúcar (2017), un poema visual que junto al documental Lago Enriquillo, formidable pieza de base medioambiental.

·       Félix Germán. Desde La maldición del Padre Cardona, (2005), primer intento de gran proyecto como comedia, producida por Manuel Corripio (2005) y que fue la primera y única participación de Zoé Saldaña en el cine nacional, hasta la impecable La Isla Rota – uno de los proyectos más representativos de la identidad nacional y de recreación histórica, (2019), tiene el país a uno de sus más sólidos directores veteranos. La isla rota es una formidable pieza con categoría de calidad internacional.

¿Selección para cada gusto?

Reflexionar sobre películas dominicanas y gustos, no es sencillo. Entre los directores es seguro que cada cual considerara que su película es la mejor; entre críticos, los gustos es imposible compilarlos en un bloque de opinión uniforme, porque habrá tantas selecciones distintas como críticos existes.