El Gobierno, por lo visto, no se ha hecho el sordo frente al grito de los productores agrícolas y el sector de la construcción sobre la escasez de mano de obra en esas labores derivada de la repatriación masiva de haitianos indocumentados.

Al dar cuenta de la creación de una comisión y del impacto de la crisis, el ministro de Agricultura, Limber Cruz, descartó que en el caso de la agropecuaria la mecanización de la producción, como se ha planteado, sea la respuesta para resolver el problema.

Pero el problema es delicado y complejo, porque los empleadores también estarían compelidos a aceptar algún tipo de responsabilidad con los haitianos que emigren a otras labores o que en lugar de regresar opten por permanecer en el país.

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Además de Agricultura, la comisión la conforman los ministros de Trabajo y de Interior y Policía. Representantes de los sectores que se dicen afectados han llegado a plantear la exploración de un acuerdo bilateral con Haití para regular la contratación de trabajadores importados.

El titular de Agricultura no ha ocultado que el sector necesita la mano de obra haitiana, toda vez que el dominicano no está en trabajar en el campo.

Productores de arroz, guineo, yuca, plátano, frutas, vegetales y otros cultivos están con el grito desde que Migración inició las repatriaciones masivas de haitianos ilegales.

Su opinión es que se provea de un carné para trabajar a los haitianos ilegales que tengan en el país un año o más sin haber incurrido en ninguna falta.