Quique Antún: el heredero
Lo que al presidente y candidato del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), ingeniero Federico Antún Batlle, le falta es superado con creces por la astucia y la capacidad que tiene para hacer del tiempo su aliado.
El émulo del doctor Balaguer con apenas sesenta y tres años, y con más de cuarenta de ellos abrevando en esa fuente de sabiduría política, hoy día es el líder de los “coloraos” con un perfil envidiable de estratega y de reflexivo político.
Y no es que la situación que está vadeando Quique sea sencilla ni fácil; en absoluto. Lo que ha acontecido es que él acató dócil el consejo de Eclesiastés, y esperó su tiempo. Tiempo precioso para convocar al rebaño balaguerista, esencia fundamental del Partido Reformista Social Cristiano, (PRSC).
Quiera Dios que los dirigentes supuestamente fiables, no le sigan los pasos a los renegados como Modesto Guzmán, Alexandra Izquierdo y la serpenteante Lila Alburquerque, acicateados por las promesas envenenadas del peledeísmo tramposo y decadente.
Soy de los que piensan que Quique Antún es el único que comprendió en su justa dimensión, las razones que tuvo el cortesano trujillista para no triar su heredero político. Sin embargo, se me ocurre que todas las respuestas están contenidas en su contundente Tebaida Lírica, escrita en 1924.
Quique Antún está actuando como un auténtico político. Un político en quién se verían realizados y orgullosos los entendidos en el manejo del Poder: desde Azorín hasta el contemporáneo Leonte brea.
Si sigue como hasta ahora, al pequeño gigante balaguerista habrá que tenerlo en cuenta para rato. No obstante, ahora, ya mismo, que le busquen su vela. Porque él no sabe quién va a ser el muerto, pero de que asistirá al sepelio, ¡Júrelo!