No es ociosa ni necia la advertencia del director de Migración, Luis Rafael Lee Ballester, en el sentido de que cualquier regularización de trabajadores extranjeros debe ajustarse a la ley. Si se quiere fortalecer el principio institucional la ley no puede ser relegada para satisfacer intereses particulares.
Lee Ballester no se opone a la regularización de los 87 mil trabajadores haitianos que propuso la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (Acorpovi), sino que aclara que cualquier decisión al respecto tiene que estar acorde con la Ley de Migración.
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Lo que no deberían las partes de ninguna manera es cerrarse a banda frente a una situación que por lo menos reclama comprensión y responsabilidad. Los trabajadores haitianos puede que sean necesarios, pero hay que entender que este país no puede tolerar el desorden migratorio que ha imperado.