El Ministerio Público ha sido ridiculizado por sus trestigos brasileños para sustentar las acusaciones contra los seis imputados por los sobornos de Odebrecht.

Mauricio Dantas Bezerra y Rodrigo Maluf Cardoso no comparecieron por tercera ocasión a la citación para el juicio que se reanudó ayer.

Al tratarse del principal testigo, la ausencia de Dantas Bezerra deja muy mal parado al Ministerio Público en un caso que desde el primer momento ha sido cuestionado por la opinión pública.

Por la reiterada no asistencia de los ejecutivos de Odebrecht, Wilson Camacho, titular de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción (Pepca), ha amenazado con romper el acuerdo de lenidad con la compañía.

Y la verdad es que en lugar de cooperar, como se había comprometido, Odebrecht lo que ha hecho es burlarse de las autoridades. Para colmo, tampoco ha cumplido con las cuotas con que honraría los 184 millones de dólares que acordó pagar al Estado por el caso de los sobornos.

Los incidentes con los testigos ensombrecen el desenlace de un proceso en que se insiste ni están todos los que son ni son todos los que están.