Los Leones del Escogido quedaron fuera de la clasificación en la campaña del 2008-09 y extendieron a 17 los torneos consecutivos en los que la tropa roja no pudo levantar el trofeo de campeón.
A finales del verano del 2009, las familias Bonetti, Vicini y Najri compraron la mayoría de las acciones del equipo y una de las primeras medidas fue designar al antiguo estelar Moisés Rojas Beltré (Moisés Alou) como gerente general del club.
Hijo de Felipe Rojas Alou, uno de los mejores jugadores que ha vestido la franela de los escarlatas y la más conspícua figura del béisbol en República Dominicana, Moisés nunca jugó con los melenudos en su época de pelotero, pero era costumbre verlo en los palcos bajos del Estadio Quisqueya Juan Marichal presenciando los partidos del conjunto.
El antiguo jardinero de las Mayores no tenía experiencia en funciones ejecutivas, pero llegó al puesto y de inmediato dejó su impronta al introducir la disciplina, integridad y espíritu competitivo en una novena en la que el desinterés se paseaba alegremente y la cultura derrotista se reflejaba en el rostro de sus seguidores.
Escogido ganó la justa de 2009-10 en una serie final que llegó al límite (nueve partidos) y tuvo su desenlace en el Estadio Julián Javier con un triunfo sobre los Gigantes del Cibao. Ahí comenzó a escribirse una nueva historia
Los Leones también conquistaron la diadema en el 2011-12 en un dramático final contra las Águilas Cibaeñas en el noveno choque de la serie escenificado en el Coloso del Ensanche La Fe. A las dos primeras coronas de Moisés como jefe de operaciones de béisbol en la Liga Dominicana se le sumaron dos títulos en la Serie del Caribe (2010 y 2012).
En el 2012-13, Escogido barrió 5-0 a las cuyayas para obtener títulos seguidos por primera vez desde la década de los ochenta cuando enlazó tres al hilo (1988, 1989 y 1990).
Su última proeza fue llevar al campeonato a los melenudos 5-1 en el 2015-16 frente a los Tigres de Licey, que habían salidos ampliamente favoritos para ganar la serie.
Después de su novena temporada con los Leones, el pasado viernes, Alou dio un paso al costado cuando anunció que no seguiría como gerente general de los Leones, escuadras con la que registró marca general de 237-218 (.514) en serie regular, 72-73 (.497) en round robin y 23-14 (.622) en finales con un excelente dossier de llevar su club a los playoffs en ocho ocasiones, disputar cinco finales y conquistar cuatro campeonatos y así ostentar el título de equipo de la década.
Al marcharse, Alou dejó al Escogido con 16 coronas y un bien ganado prestigio de conjunto que nunca se rinde, razón por la que es llamado “Duro de Matar”. Además, el camerino escarlata respira aires de triunfalismo, respeto por el juego, disciplina e integridad, intangibles que producen campeones.
Persona de recio carácter y que después de asumir sus funciones gerenciales fue poco amigable con los medios, Alou será extrañado por su profesionalidad, capacidad y entrega a la causa roja y siempre será recordado como el ejecutivo que devolvió el prestigio al equipo que su padre, sus tíos Jesús y Mateo, el inmortal Juan Marichal, Federico Velázquez, Ricardo Joseph, Danilo Rivas, entre otros, colocaron en el altar del béisbol desde que en el país comenzó la pelota profesional bajo luces en 1955-56.
UN APUNTE
Militó con las Águilas
Moisés Alou jugó en la pelota local con las Águilas Cibaeñas de 1988 a 1996 con algunas interrupciones. Tuvo promedio de .253 (594-150) de por vida y participó en varias Series del Caribe, incluyendo una como refuerzo de los Leones del Escogido