El vocero de la Unión de Trabajadores Cañeros reveló ayer que la ministra consejera de la embajada de Haití propuso a ese gremio encaminar acciones para obligar al Gobierno dominicano a extender el plazo de vigencia del Plan Nacional de Regularización Migratoria, denuncia grave sobre una inaceptable intromisión foránea en asuntos nacionales.

Jesús Núñez dijo que la señora Mioseming Celestin sugirió que los obreros de ascendencia haitiana no deberían permitir que el plazo de ese programa concluyera en julio, bajo el argumento de que en todo el mundo los planes de regularización migratoria se extienden hasta por cinco años.

Las revelaciones de ese dirigente sindical fueron hechas mientras dirigía una concurrida manifestación frente al Palacio Nacional de antiguos trabajadores de centrales azucareros que reclaman el beneficio de una pensión laboral, lo que indica que sus afirmaciones no están diezmadas por intereses espurios.

“Ella (la ministra Celestin) quiso utilizarnos, porque como uno brega con haitianos, ella creyó que éramos de esa corriente…” dijo Núñez, quien denunció que la embajada de Haití retiene más de 4.6 millones de pesos entregados por trabajadores haitianos para obtener documentos que nunca fueron entregados.

No se acepta que un diplomático constate a grupos organizados con la intención de promover movilizaciones contra políticas aplicadas por un Estado soberano, por lo que la Cancillería esta compelida a exigir una explicación de la ministra consejera a cargo de la embajada haitiana sobre tan comprometedora denuncia.

Querido Mundito

La muerte de Rafael Edmundo Espinal (Mundito), acaecida ayer, es motivo de congoja para toda la sociedad dominicana que pierde a un destacado compositor y comunicador que dedicó su vida y ejercicio profesional a la defensa de los mejores intereses de la nación. Mundito fue un hombre íntegro, sensible, afable que cultivó la decencia y la lealtad a los principios que sustentan la dominicanidad. Los votos de condolencia por tan sensible pérdida van dirigidos a su esposa, Milagros García, y a todos sus familiares.