El 25 de septiembre se ha convertido desde 1963 en una de las fechas más nefastas para los dominicanos comprometidos con la libertad y la democracia.
Ese día fue derrocado, tras siete meses en el poder, el presidente Juan Bosch, quien había ganado las elecciones de diciembre de 1962 con el respaldo de un 58.72 % de los votantes.
Puedes leer: Angustia
Esa interrupción del proceso institucional provocó el levantamiento guerrillero en diciembre de ese año encabezado por Manuel Aurelio Tavárez Justo, durante el cual tanto él como la inmensa mayoría de sus acompañantes fueron acribillados, la revuelta constitucionalista de abril de 1965 contra el denominado triunvirato y la ominosa invasión militar de Estados Unidos.
Las consecuencias de ese golpe de Estado, que todavía no se han superado, son para que los dominicanos reflexionen sobre la democracia.