El presidente Danilo Medina ha interpretado cabalmente el momento histórico que vive la nación al señalar en Guatemala que República Dominicana no se plegará a falsas acusaciones de racismo o xenofobia y que la soberanía no se negocia por un turista más ni por un centavo más.
Su discurso ante la XLV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), valiente, vigoroso y conceptuoso, se erige como digno valladar ante la aviesa campaña sucia y de chantaje contra el gentilicio nacional.
El Presidente previno a los instigadores de ese oleaje de descrédito que el país no aceptará chantaje por amenazas de sanciones y tampoco permitirá que se continúe con acusaciones e informaciones falsas que difunden organizaciones y medios de comunicación internacionales.
Con estadísticas en manos, el jefe de Estado desmanteló la infamia vertida dentro y fuera del país, de que más de 200 mil personas quedaron en situación de apatridia como consecuencia del Plan Nacional de Regularización Migratoria.
Según el Censo Nacional de Inmigrantes de 2012, aquí había 244 mil 151 personas hijas de extranjeros, de las cuales 105 mil 381 tienen por lo menos un padre dominicano, por lo que les corresponde la nacionalidad dominicana, mientras otras 20 mil 213 poseen documentación válida.
Los más de cien mil ciudadanos hijos de extranjeros indocumentados no son apátridas, porque tienen una nacionalidad de origen y porque tenían la opción de aplicar en el Programa de Regularización Migratoria.
Con razón e indignación, el mandatario dominicano rechazó tajantemente la infamia vertida por el Gobierno haitiano, de que las repatriaciones de indocumentados o el retorno voluntario de ciudadanos ocasionarían una crisis humanitaria en Haití.
Al señalar que cientos de miles de inmigrantes tendrán una documentación y unos derechos que en 2013 no poseían, el presidente Medina rechaza en nombre de sus conciudadanos la sucia campaña de descrédito y chantaje que se emprende contra República Dominicana, porque con la soberanía no se juega.