Opinión

Ni renuncia ni nuevo PRD

Ni renuncia ni nuevo PRD

POR:  Eduardo Álvarez

cenitcorp@gmail.com

 

 

Hay varias formas de hacer valer las fuerzas del PRD durante el proceso convencional entre el 6 de abril y 27 de julio de este año. Una de ellas es la mostrada por Hipólito Ramos, dirigente perredeísta y ganadero de Dajabón, que impidió la entrada violenta de la senadora de esa provincia a su finca, para quitar una valla publicitaria denunciando el peligro que representa Leonel Fernández para el país.

El proceso viene siendo manejado con toda suerte de arbitrariedad, de manera parcial, con un padrón que parece excluir a las mayorías opuestas a la actual dirigencia. Pero esto sólo constituye un gran desafío. Pone a prueba la condición de partido de masa del PRD, pocas veces cuestionada. Siendo así, le ofrece la oportunidad de llevar a la práctica un enunciado tan repetido y cacareado, no por ello verdadero y tozudo, como han sido sus históricas hazañas.

Ya quisiera su actual dirigencia –legal, nada legítima-, que el liderazgo perredeísta le dejara el campo libre. En ese sentido orienta sus acciones, incluyendo el anuncio de una comisión electoral nada democrática. Se frotarían las manos con el anuncio de otro desprendimiento del PRD. Hay suficientes motivos para confirmar las inocultables ventajas derivadas de los poderes que preserva el ex presidente Fernández. De ello se desprende, además, la cortedad de un plan que se limita al secuestro de una agrupación, cuya historia y accionar en el 2012, le niegan la más mínima posibilidad.

No importa que, hasta ahora, todo les haya salido a pedir de boca, a Miguel Vargas y a Leonel con el concurso de del TSE y el Constitucional. Las fuerzas de un pueblo, representado en el PRD, son como las de un río embravecido. Cuando los perredeístas de toda la vida salgan a votar, no hay listas recortadas ni amañadas que valgan. Ni candados, ni cadenas, ni guardias en las calles, ni tribunales comprometidos. No hay que renunciar ni formar otro partido, lo que hay que hacer es ir a votar, para demostrar donde esta el verdadero PRD.

El Nacional

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