Cójanlo

No había de otra

No había de otra

Eduardo Alberto Then

El director de la Policía, Eduardo Alberto Then, incurrió en una metedura de pata tan soberana al negar el ingreso a la institución a hijos de madres solteras, que reconocer el error y pedir perdón era lo único que le quedaba.

Pero el rechazo causado por sus declaraciones debe servirle de experiencia a la hora de abordar determinados problemas, como la crisis familiar, que inciden en la inseguridad.

Las madres solteras, que sin proponérselo estigmatizó, son verdaderas heroínas. Y son miles los casos de políticos, profesionales y personalidades, que son verdaderos ejemplos, que por alguna razón se han criado sin la presencia del padre o un tutor en el hogar.

Por las razones que fueren, Then ha sido sincero al admitir que su juicio fue errado y pedir perdón tanto a las madres solteras como a la sociedad.

En el problema de la inseguridad la causa principal puede estar muy lejos de esa falta de educación que con frecuencia se enarbola.

Al arrepentirse del nefasto juicio, la pifia también debe servirle para estudiar más a fondo el drama de la delincuencia en un medio colmado de malos ejemplos de la clase gobernante.

El Nacional

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