No pinta nada bien los asesinatos a balazos el domingo en comunidades de Moca de dos oficiales, uno de la Policía y otro del Ejército, porque esos homicidios fueron perpetrados por matones que no tenían intención de robar, sino de asesinar.
El teniente coronel Domingo Pérez Paulino, inspector de la Fortaleza 2 de Mayo, del Ejército Nacional, fue acribillado de 15 balazos en la localidad de Juan Lopito, en tanto que el cadáver del teniente Fernando Almonte Torres fue encontrado en una finca de plátanos, en Monte de la Jagua, de ese municipio.
Las primeras versiones señalan que al teniente coronel Pérez Paulino individuos que viajaban en dos vehículos persiguieron e interceptaron el carro en el que retornaba desde Santiago junto a María Cristina Santana, quien sufrió impacto de bala en una pierna, cuando junto al oficial intentó repeler la agresión.
En torno al teniente Almonte Torres, quien pertenecía a la 29 Compañía de la Policía, en Moca, se afirma que fue baleado por desconocidos que tiraron el cadáver dentro de una finca, sin que el robo fuera el motivo del crimen.
Sin que todavía las autoridades hayan establecido vínculos entre ambos asesinatos, no resulta común que en un mismo día y en comunidades de un mismo municipio se perpetren asesinatos a balazos de dos oficiales que prestaban servicios en las fortalezas del Ejército y la Policía de Moca.
Llama la atención que en el caso del oficial del Ejército, sus victimarios lo persiguieron durante un largo trecho de carretera hasta que le dieron alcance en Estancia Vieja donde fue asesinado -se dice que de más de 15 impactos de bala.
Ministerio Público y Policía están compelidos a identificar y apresar a los matones de esos oficiales y a sus posibles mandantes, así como precisar si ambos asesinatos tendrían motivos vinculantes.
Cualquiera que fuese la causa, la muerte a balazos de un teniente coronel del Ejército y de un teniente de la Policía, que prestaban servicios de inspectoría e investigación delictiva en la provincia Espaillat, no pinta bien y obliga a las autoridades a emplearse a fondo y no dejar ningún cabo sin atar.

