Opinión Editorial

EDITORIAL: Ojo avizor

EDITORIAL: Ojo avizor

La epidemia de coronavirus, detectada en la ciudad de Wuhan, que ha causado la muerte de más de mil cien personas y contagiado a más de 42 mil en China, representa ya una catástrofe sanitaria y motivo de gran temor sobre las perturbaciones económicas que causaría a esa nación y a nivel global.

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, reconoció este martes que ese brote puede generar “perturbaciones” que se extenderían al resto de la economía mundial, cuyos efectos negativos ya se sienten en la nación asiática.

La economía china, que en 2019 creció 6.1% en proporción al Producto Interno Bruto (PIB), se reduciría este año a menos de un 5%, como consecuencia de la drástica reducción de sus actividades industriales, comerciales, consumo y turismo.

La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, ha pedido no anticipar sobre el impacto económico que tendría el coronavirus en China, pero se adelanta que el FMI revisará a la baja su proyección de crecimiento de la economía mundial, que al 20 de enero lo había situado en 3.1%.

Es obvio que la economía latinoamericana, que según el FMI crecería solo 1.6% en 2020, se resentiría muy severamente si la epidemia frena el crecimiento económico chino, por lo que autoridades financieras y monetarias en República Dominicana deberían monitorear el entorno internacional.

Como forma de reducir temores por los efectos económicos del coronavirus, se señala que entre abril y junio de 2003 China padeció una gran crisis sanitaria tras el brote del virus causante del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS), pero su economía retornó al carril del crecimiento al año siguiente.

La moderada advertencia del presidente de la Reserva Federal sobre la posibilidad de que la emergencia sanitaria que vive China cause perturbación a la economía mundial, ha sido dirigida básicamente a Estados Unidos, que figura en el radar de un eventual crack económico global.

Esa crisis sanitaria ha provocado significativa baja en los precios del barril de petróleo y alza en el oro, lo que beneficia a la economía dominicana, pero si se erige en motivo de catástrofe para la economía China, las perturbaciones de que habla Powell llegarán hasta la riada de Santo Domingo. Ojo avizor.

El Nacional

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