¿Qué Pasa?

Oro y Polvo supera expectativas

Oro y Polvo supera expectativas

Hemos visto como el problema de los cárteles de drogas se ha convertido en un tema atractivo para material de documentales, filmes de ficción y telenovelas, de las cuales ha emergido el fenómeno en la pantalla chica que, basado en el tema, ha generado grandes ratings: las narconovelas.

Cada una de estas historias fundamentadas desde en las situaciones que viven otras naciones.

A partir de este jueves 22 de octubre, en todas las salas de cine, el público podrá ver planteada esta situación desde el punto de vista dominicano, a través de la película criolla «Oro y Polvo», dirigida por Félix Limardo y producida por Huchi Lora y William Fay.

Esta producción cinematográfica trata de acercarse a la realidad de los eventos que se suceden en el mundo del crimen organizado en el país, desde la perspectiva de los capos.

A veces el trailer de las películas provoca verlas, y cuando por fin ya está en cartelera no llenan nuestras expectativas.

En este caso no solo lo logra, las sobrepasa, siendo uno de los pocos filmes dominicanos con un nivel de calidad que se puede recomendar.

Sus secuencias de acción, su cara de «no se nos acabó el dinero», las excelentes actuaciones, los efectos de sonido que hacían saltar a muchos de sus asientos, el argumento, en fin, el realismo cinematográfico mantiene la tensión y el interés del público.

El reparto encabezado por el actor mexicano Rafael Amaya (Danny) y la actriz colombiana Carolina Guerra (Marisela), da vida propia a los personajes, gracias a la química que se da entre ellos.

Ambos logran su cometido al llevar a la pantalla personajes fuertes, creíbles, retadores e inteligentes. En el caso de Amaya casi nos muestra un «Señor de los Cielos», pero un poco más sutil.

La historia muestra cómo algunos ciudadanos ignoran el “tejemaneje” del mundo de la droga, mientras que otros destruyen sus vidas al distribuirlas y consumirlas, con actuaciones creíbles que atrapan inmediatamente al espectador.

La trama mantiene en vilo al auditorio de principio a fin, con el asesinato de uno de los informantes de la policía.

Entre balacera, sexo y asesinatos, algunas escenas ofrecen una mirada cruda y realista del salvajismo y la violencia de este bajo mundo, en el que la ambición y la traición se apoderan de Danny y Marisela.

Ambos buscan crear el primer cartel dominicano, al enfrentar a los carteles de México y Colombia que utilizan las playas dominicanas de puente para enviar sus mercancías a Estados Unidos, Europa y Puerto Rico.

En definitiva, una película vibrante, con un final emocionante.