Brevedades lexicográficas
En un día doblemente festivo, les presento un tema liviano. Para ello les presento un grupo de palabras con las que se suele incurrir en dudas al momento de escribirlas o pronunciarlas. Son estas: henequén, bejuco, vejiga, apartotel.
1-Henequén. Quienes hemos vivido la vida rural sabemos lo que pica un saco de henequén llevado al hombro. Se hace de las pencas de una planta “amarilidácea”. Es conocido también como saco de pita. El vulgo suele pronunciar “jenequén”, “jeniquén”, pero es recomendable henequén.
2- Bejuco. Planta sarmentosa y trepadora, propia de regiones tropicales. También se le llama así a la enredadera o planta trepadora. Pero este vocablo ha sufrido muchas agresiones: “bujuco” ,” beuco”, “bouco”. Sin embargo, se recomienda /bejuco/: bejuco indio, bejuco de musú, flaco como un bejuco. Por igual las palabras derivadas: bejucal, bejuquera, bejuquito.
3- Vejiga. Es el nombre de un órgano muscular y membranoso, a manera de bolsa, que tienen el humano y otros vertebrados y en el cual va depositándose la orina producida en los riñones.
El nombre se ha extendido a otros objetos, como los globos inflables usados en festividades. Con este vocablo ocurre el fenómeno que los lingüistas llaman ultracorrección, el cual consiste en cambiar formas correctas por otras que el hablante considera son las que proceden. Así es como algunos emplean “vehiga” o “veiga”, en lugar de la forma correcta que es /vejiga/. Derivadas: vejigazo, vejiguilla.
4- Pasa lo mismo con el término /jeringuilla/. Instrumento médico usado para inyectar líquidos en el cuerpo. Se ha tornado en un elemento de uso común, por lo cual la palabra ha sufrido algunas distorsiones: “jiringuilla”, “eringuilla”, “iringuilla”, pero lo cierto es que la forma recomendada es /jeringuilla/ o /jeringa/, ya que jeringuilla es diminutivo de jeringa.
5-Tusar. Según el Diccionario de la lengua española /tusar/ procede de “tuso”, participio antiguo del verbo tundir. Agrega el Diccionario que en el español de América es lo mismo que trasquilar. En varios países significa cortar el pelo a alguien, pero en Argentina, Bolivia, México, Panamá y Uruguay se refiere a cortar las crines del caballo según un modelo determinado.
El Diccionario académico no lo indica, pero en República Dominicana /tusar/ es recortar las plumas al gallo de pelea. El Diccionario del español dominicano lo confirma.
El verbo /tundir/ es de poco uso, procede del latín “tondere” que se traduce ‘trasquilar’, ‘rapar’, ‘cortar’. “Tondere” era el verbo usado por los latinos para referir el corte del pelo a personas. Una segunda acepción incluye esta extraña explicación: “Cortar o igualar con tijera el pelo de los paños”.
Cortar el pelo a alguien puede referirse con el verbo /tonsurar/ el cual procede del latín tardío “tonsurare”, pero esa voz se la hemos dejado a la Iglesia católica. Durante siglos, se usó la /tonsura/ para incorporar a un hombre como miembro del clero. Para ello se le cortaba, en forma de círculo, el pelo de la parte trasera de la cabeza.
Otro verbo vinculado gráfica y semánticamente es /atusar/ que significa recortar e igualar el pelo con tijeras.
6- Apartotel. Este vocablo es un acrónimo, se ha formado por la unión de apartamento y hotel (apart + otel). Se emplea para denominar un hotel de apartamentos. Pierde la –h de hotel y la fracción –amento, última parte del vocablo apartamento, por tanto no debe escribirse “apartahotel”, sino apartotel.
Hasta aquí por hoy, feliz domingo de Restauración.
Por: RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com