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Orto-escritura

Orto-escritura

La ortografía no puede coger las de Villadiego

 

El vocablo /villa/ es sustantivo común y por tanto se escribe con inicial minúscula, en tanto que /Diego/ es un antropónimo (nombre de persona) y demanda la mayúscula inicial. Cuando la palabra /villa/ se antepone a otro sustantivo para denominar un lugar, generalmente entra a formar parte del nombre de ese lugar y entonces exige su mayúscula: Villa Francisca, Villa Trina, Villa Mella, Villa Altagracia.

Una villa, en la provincia de Burgos, España, lleva por nombre Villadiego (una sola palabra). Es cabecera del municipio del mismo nombre. Esta localidad ha dado origen a la expresión “Tomar las de Villadiego” o “Coger las de Villadiego”.

El Diccionario de la lengua española la clasifica como locución verbal coloquial y la define de este modo: “Ausentarse impensadamente, de ordinario por huir de un riesgo o compromiso”. Otros agregan el detalle de “marchar apresuradamente, huir de un lugar”.

En el habla dominicana es frecuente el uso de la expresión “Coger las de Villadiego”, y en el uso oral ninguna complicación presenta, sin embargo, al momento de escribirse surgen las vacilaciones. Recientemente, una dama seguidora del expresidente Medina criticó a quienes habiendo sido candidatos a cargos legislativos por el PLD, una vez elegidos “cogieron la de villa Diego”. Así lo escribió y más lógico fuera que escribiera Villa Diego, aunque el lugar se denomine Villadiego.

El periodista español Javier Ramos, en su “blog” Lugares con historia, dedicado a temas de historia y geografía, plantea que la expresión aparece por primera vez en La Celestina, la tragicomedia de Calixto y Melibea, de Fernando de Rojas, donde aparece la frase “tomar las calzas de Villadiego”.

Agrega Ramos que autores como Francisco de Quevedo y Covarrubias se han preguntado sobre quién era Villadiego. “Sin embargo, es una hipótesis histórica la que asocia la localidad burgalesa de Villadiego con las persecuciones que sufrieron los judíos en la Edad Media, época en la que se convirtió en una villa de asilo. La condición para disfrutar de refugio allí era llevar una vestimenta específica… hay quien afirma que unas calzas amarillas”.

Villadiego se sitúa a unos 38 kilómetros al noroeste de la ciudad de Burgos, y fue fundada, según es tradición, por el conde Don Diego Rodríguez Porcelos, en la segunda mitad del siglo IX, algunos años antes de que el mismo emprendiera la gran obra de la fundación o repoblación de Burgos por mandato del Rey Alfonso III el Magno, hacia el año 884. Así se tituló esta villa, bien porque el Conde Diego la fundara o bien porque fuera su dueño y señor.
Actualmente, Villadiego cuenta con cerca de 2,000 habitantes y su gentilicio es villadieguense. Pudimos comprobar en Internet que la frase que lo alude es empleada para promoción turística. La invitación es a “Tomar las de Villadiego”. Al pronunciarla, como quiera da, pero al escribirla, recuerde: una sola palabra con inicial mayúscula.

Los nombres propios de personas (Diego, Juan, Pedro…) están sujetos como los sustantivos comunes a cambios morfológicos por composición o derivación de palabras.
Ejemplo: dondiego (De don y Diego) origina el nombre de una planta cuyas flores se abren al anochecer y se cierran al salir el sol. De ahí: dondiego de día y dondiego de noche. También se le llama dompedro.

El vocablo dondiego se asocia de algún modo al significado de mujeriego, por aquello de que don Diego Tenorio era el padre de don Juan Tenorio (El burlador de Sevilla). Con mayor propiedad, el vocablo donjuán (dos palabras y acento gráfico) se refiere a un seductor de mujeres.

Los adjetivos relacionados con nombres propios se comportan como palabras comunes: donquijotesco, conchoprimesco. Como ya termino, le recuerdo: la ortografía no puede tomar las de Villadiego.

Por: RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com

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